Actualizado 18/11/2009 20:27

El proyecto Padrinos Asturianos y Cajastur esperan ampliar su labor de formación integral para niños pobres en Colombia


OVIEDO, 18 Nov. (EUROPA PRESS) -

El proyecto 'Padrinos Asturianos' espera ampliar, con la colaboración de Cajastur y otras entidades y colaboradores particulares, su labor de formación integral para niños pobres en Colombia.

Actualmente, unos 4.200 niños y niñas reciben formación desde educación primaria hasta formación profesional con opción de acceso a la universidad. Asimismo, a lo largo de los años de desarrollo del proyecto más de 35.000 niños han sido formados.

Para explicar el balance de la iniciativa y apuntar los nuevos objetivos, el fundador del proyecto, el Padre José Pérez, compareció en rueda de prensa en Oviedo junto al obispo auxiliar de Cali y director internacional de 'Padrinos Asturianos', Julio Hernando García Peláez, y el director de la Obra Social y Cultural de Cajastur, José Vega.

El Padre Pérez regresará en enero a Colombia. Mientras, el obispo auxiliar de Cali se encuentra en Asturias para informar de la difícil situación de los niños y jóvenes en Colombia y conseguir apoyos para darles una formación que les garantice el futuro.

José Vega agradeció la oportunidad de que Cajastur participe en la iniciativa con la garantía de que la contribución "llegue íntegra al destino". Así, calificó el proyecto 'Padrinos Asturianos' como "referente" en Sudamérica, y recordó que la entidad bancaria también colabora con proyectos similares en otros países americanos, de África y de Asia.

FRENTE A LA CORRUPCIÓN, EL NARCOTRÁFICO Y LA PROSTITUCIÓN

Según explicaron el sacerdote, que se fue a Colombia en los años 60, y el obispo auxiliar, que le ha relevado en el cargo de director de la obra, esta iniciativa pretende dar a los niños una alternativa en un país que sufre la corrupción, el narcotráfico y la prostitución.

El Padre Pérez recordó los logros como el gran centro de formación integral que forma a los niños hasta su incorporación laboral, o la construcción del 'Barrio Oviedo' en una región pobre de Colombia. Así, dijo que el propósito es ayudar a las familias y lograr que la mente de los niños sea creativa para convertirlos en agentes dinámicos en su propia vida y para el desarrollo de su comunidad.

Para el próximo año se espera continuar en esta labor, ampliar la colaboración con universidades, fomentar la formación profesional, seguir con becas de estudios y colaborar con otras asociaciones en proyectos vinculados, así como contar con más voluntarios.

Por su parte, el obispo auxiliar resaltó que el narcotráfico es uno de los principales problemas de Colombia junto con el que se desarrollan otros como la prostitución o la corrupción, al que se añade la guerra interna y silenciosa que se vive en el país desde hace décadas.

Así, señaló la vulnerabilidad de los jóvenes de entre 15 y 30 años que caen en las redes para traficar, producir o consumir ante la tentación de dinero fácil frente a una vida marginal. "Si logramos que un niño o una niña logre tener una formación continua y se convierta en profesional, le estamos haciendo un gran favor personal pero también al país y a la humanidad", concluyó pidiendo colaboración.