Publicado 06/09/2017 14:13

La brecha digital en España constituye una fuente de desigualdad a la que hay que dar solución, según los expertos

MADRID, 6 Sep. (EUROPA PRESS) -

La brecha digital en España constituye una fuente de desigualdad a la que hay que prestar atención desde la perspectiva de la estructura social y plantean la necesidad de buscar soluciones para reducirla, según concluyen varios expertos nacionales e internacionales en el último número de Panorama Social-' Desigualdades digitales. Los límites de la sociedad red'-, editado por Funcas y coordinado por José Manuel Robles.

Según ha informado este miércoles 6 de septiembre Funcas, el catedrático de Sociología Cristóbal Torres señala que el porcentaje de españoles que usan Internet ha pasado del 47% en 2006 al 81% en 2016. No obstante, continúan las diferencias que afectan a los grupos más desfavorecidos, lo que sugiere la consolidación de un proceso de estratificación que limita la rápida desaparición de la brecha digital.

De esta forma, en 2016 el acceso a la Red de las tres cohortes de población más jóvenes oscilaba entre el 93% y el 98%, mientras que el nivel de penetración entre las personas de entre 45 y 54 años era 10 puntos inferior, y bajaba al 65% en el rango de 55 a 64 años y al 35% entre 65 y 74 años. Es decir, los datos apuntan la existencia de dos grupos sociales, según las personas sean mayores o menores de 55 años.

Por otro lado, el profesor apunta que las personas con estudios medios y altos hacen un uso de Internet mucho mayor que las menos formadas; los estudiantes y los activos (ocupados y parados) también declaran un uso frecuente de Internet frente a pensionistas o personas dedicadas a labores del hogar.

Stefano De Marco (Universidad de Salamanca) señala que las personas con mayores recursos personales (en particular, con más formación) muestran mayores niveles de destreza en la navegación por Internet, por lo que el uso de Internet reflejaría las desigualdades en el mundo 'offline', antes que eliminarlas.

Además, el autor señala que mientras en los usos de entretenimiento se dan patrones similares en todos los segmentos de población, con tendencias de aumento muy parecidas, en los usos beneficiosos de Internet hay diferencias mucho más marcadas entre los internautas con mayor y menor nivel educativo y de más o menos edad.

BRECHAS DE GÉNERO

En este último número de la revista, los expertos José Luis Martínez-Cantos (Universitat Oberta de Catalunya) y Cecilia Castaño (Universidad Complutense de Madrid) concluyen que las brechas de género no se corregirán por si solas con el simple reemplazo generacional y señalan la importancia de cambios culturales que contribuyan a superar algunos estereotipos sociales sobre las diferencias de capacidades específicas entre hombres y mujeres y a mejorar el entorno laboral y empresarial desde este punto de vista.

Desde la Universidad de Sevilla, los expertos Begoña Peral-Peral, Ángel F. Villarejo-Ramos y Jorge Arenas-Gaitan niegan que los mayores sean ajenos a Internet y sus servicios. A su juicio, hay que distinguir entre mayores integrados e implicados en el uso de las TIC, otros que utilizan solo ciertas aplicaciones y otros que no emplean Internet ni sus aplicaciones a no ser que estén apoyados por familiares y amigos.

Para los autores, las administraciones y las empresas deberían preocuparse más por reducir la brecha digital entre los mayores y plantear iniciativas con ese fin, promoviendo la formación en el uso de estas nuevas tecnologías y generando mayor confianza en ellas por parte de los ciudadanos de más edad.

Según Eszter Hargittai (Universidad de Zúrich), si bien Internet tiene el potencial de nivelar el campo de juego ofreciendo numerosas oportunidades a sus usuarios, en la situación actual, los mas privilegiados se benefician de Internet mas que aquellos en posiciones menos ventajosas.

Finalmente, Alexander J.A.M. van Deursen, Jan A.G.M. van Dijk y Óscar Peters (IBR Research Institute for Social Sciences and Technology, de la Universidad Twente) aseguran que los jóvenes obtienen mejores resultados en las competencias digitales relacionadas con el medio, la operativa y las habilidades digitales de tipo formal, mientras que los mayores ganan en competencias relacionadas con el contenido; y que el factor que más influye en todo tipo de habilidades digitales es el nivel educativo.