Publicado 13/10/2015 14:18

Seguimiento a los hijos de víctimas de violencia machista para evitar secuelas

La Junta revisa su protocolo de actuación sanitaria para incluir también la detección de sustancias químicas usadas en agresiones

SEVILLA, 13 Oct. (EUROPA PRESS) -

Los centros sanitarios públicos andaluces identificarán y realizarán un seguimiento continuo a los hijos de mujeres víctimas de violencia de género, con el objetivo de evitarles secuelas físicas y psicológicas. Así lo establece la revisión del protocolo de actuación sanitaria ante la violencia de género, vigente desde 2008, presentado este martes al Consejo de Gobierno por el consejero de Salud, Aquilino Alonso.

Desde 2013 y hasta septiembre de 2015, la violencia de género ha causado la muerte de 13 menores en España (dos en Andalucía) y ha dejado 107 huérfanos (12 en la comunidad andaluza). Según los datos de la Macroencuesta de Violencia contra la Mujer 2015, del Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, el 63,6 por ciento de las mujeres víctimas afirmaron que sus hijos presenciaron episodios de violencia. En el 92,5 por ciento de los casos se trataba de menores de 18 años. Asimismo, el 64,2 por ciento respondieron que sus hijos fueron víctimas directas y sufrieron también violencia.

Dependiendo de la edad de exposición, los menores pueden presentar lesiones, riesgos de alteración de su desarrollo integral --retraso del crecimiento y en el lenguaje, disminución de las habilidades motoras o síntomas regresivos, entre otros--. Además, aumenta la probabilidad de alteraciones del sueño, de la alimentación y enfermedades somáticas (aquellas en las que no hay una causa orgánica). Igualmente, pueden sufrir ansiedad, depresión, problemas de baja autoestima o trastornos de estrés postraumático.

Para dar respuesta a estas situaciones, la actualización del protocolo establece mayor coordinación entre los profesionales de Medicina de Familia, los de Pediatría y los trabajadores sociales. El documento también recomienda prestar especial atención a sintomatologías de adolescentes y jóvenes que pueden ser manifestaciones de su exposición a la violencia de género.

Otra novedad destacada es el establecimiento de instrucciones para la toma de muestras orientada a la detección de sustancias de 'sumisión química' que facilitan agresiones sexuales a mujeres. También se ofrecen pautas concretas sobre la entrevista clínica a la víctima, con el objetivo de recoger información que pueda ser relevante en el posterior procedimiento judicial. Igualmente, se realizan recomendaciones sobre la emisión del parte de lesiones al juzgado, la solicitud de presencia forense y los circuitos de aviso a los órganos judiciales y a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado.

La revisión del protocolo de actuación ante la violencia de género se suma a la labor de prevención, diagnóstico precoz y atención integral que ya se desarrolla en los centros del sistema público de salud. Los servicios sanitarios, y especialmente las consultas de Atención Primaria, seguimiento al embarazo, enfermedades de transmisión sexual y salud mental, constituyen un espacio favorable para la detección y prevención de la violencia de género. De hecho, entre enero y mayo de este año, se han emitido un total de 1.882 partes de lesiones de mujeres víctimas de malos tratos y 91 de agresiones sexuales.

Según la Macroencuesta de Violencia contra la Mujer 2015, que incorpora por primera vez a jóvenes de 16 y 17 años, el 12,5 por ciento de las mujeres encuestadas ha sufrido violencia física o sexual a lo largo de la vida; el 25,4 por ciento violencia psicológica de control y un 13 por ciento reconoce haber sufrido miedo.