LONDRES, 12 Mar. (Reuters/EP) -
El líder del partido laborista británico, Ed Miliband, ha afirmado este martes que, en caso de acceder al Gobierno, únicamente convocaría un referéndum sobre la pertenencia del país a la Unión Europea (UE) antes de 2020 en caso de que se transfieran más competencias a Bruselas.
El primer ministro, David Cameron, ha prometido intentar alcanzar un nuevo acuerdo con la UE antes de celebrar el referéndum a finales de 2017, partiendo de la base de que se imponga en las elecciones previstas para mayo de 2015.
Sin embargo, Miliband ha resaltado en un artículo publicado por el 'Financial Times' que "el futuro Gobierno laborista legislará desde un nuevo punto: no habrá traspaso de poderes de Reino Unido a la UE sin un referéndum sobre la pertenencia del país al bloque".
"En la actualidad no hay propuesta alguna --ni de la UE ni de ningún estado miembro-- sobre una mayor transferencia de competencias por parte de Reino Unido. Es improbable que vaya a haberlas durante el mandato del próximo Parlamento", ha sostenido.
El líder laborista ha hecho frente así a las acusaciones de Cameron sobre un presunto temor del partido a permitir que la población se pronuncie sobre la pertenencia del país al bloque regional.
Miliband, cuyo partido encabeza los sondeos de opinión, ha dicho que el primer ministro ha propuesto un calendario "arbitrario" de cara a dicho referéndum para distraer la atención de los desafíos económicos a los que se enfrenta Reino Unido.
Asimismo, ha manifestado que la "dañina obsesión" del Partido Conservador con Europa está afectando a los negocios de los empresarios británicos. "El futuro de Reino Unido está vinculado al de la UE", ha argumentado.
"Si el futuro de Reino Unido está en Europa, Europa ha de trabajar mejor para Reino Unido. Reino Unido ha de trabajar de forma más efectiva para lograr cambios en la UE", ha dicho, antes de agregar que "Europa debe hacer más para hacer frente a las ansiedades existentes en torno a la inmigración".
Las encuestas de opinión muestran que alrededor del 40 por ciento de los británicos quieren permanecer en la UE, el mismo porcentaje de los que quieren abandonar el bloque. Asimismo, revelan una amplia hostilidad hacia la inmigración y un desapego con los partidos políticos.
