Soldados de Yemen
Reuters
Actualizado: martes, 5 enero 2010 19:40

en la lucha

Saná pide a Washington que entienda la dura realidad social del país antes de incrementar su ofensiva contra Al Qaeda


MADRID, 5 Ene. (EUROPA PRESS) -

Si bien EEUU ha incrementado en las últimas semanas el papel de Yemen en la lucha contra el terror, los propios funcionarios yemeníes han eludido realizar alusiones explícitas a la recién fortalecida asociación con Washington por miedo a que pueda interpretarse como un acto de debilidad y dependencia, en un momento en el que los combates contra los insurgentes afines a Al Qaeda están alcanzando una intensidad como nunca antes se había visto en el país árabe.

Precisamente este martes, las fuerzas de seguridad yemeníes han detenido a cinco combatientes de Al Qaeda durante una redada en las casas en que se ocultaban, dentro de una campaña en la que se han desplegado a miles de agentes de Policía y soldados contra la red terrorista islámica en tres provincias del país, según informaron fuentes de seguridad.

Todo ello a pesar de que el mismo director de la agencia de seguridad nacional de Yemen, Ali Muhamad Al Anisi, calificaba de "exagerada" la amenaza de Al Qaeda, y ratificaba que el país no es en modo alguno un refugio seguro para los terroristas. La situación sobre el terreno parece contradecirle: desde sus declaraciones, las embajadas de España, EEUU, Reino Unido, Alemania, Francia y Japón en Yemen han cerrado sus puertas temporalmente por motivos de seguridad.

Los analistas consultados por la cadena estadounidense NBC sostienen que el interés principal del Gobierno de Saná es el de cimentar su autoridad central ante las suspicacias de las fuerzas políticas tribales, relativamente afines a Al Qaeda --más por oposición a Estados Unidos, al que consideran como un país entrometido en asuntos internos--.

"El Gobierno debe preocuparse por su propia supervivencia y esta pasa por los poderosos grupos tribales, alguno de los cuales tiene conexiones con Al Qaeda", declaró el profesor de Ciencias Políticas de la Universidad de Saná, Abdulá al Faqih, a la cadena estadounidense NBC.

La debilidad del Gobierno yemení se ve en el proceso de sucesión por el que el actual presidente, Alí Abdulá Saleh, desea garantizar que su hijo Ahmed le reemplazará tras más de tres décadas en el poder. Para ello, es absolutamente imprescindible contar con el respaldo de los grupos tribales mencionados. Y así, el escenario comienza a adquirir tintes ya conocidos: al igual que sucede en Pakistán, Estados Unidos comienza a desconfiar de un teórico aliado que, a nivel doméstico, está enfermo de corrupción, compra-venta de lealtades, descentralización gubernamental y prácticas nepotistas de toda la vida.

INJERENCIA ESTADOUNIDENSE

Y al igual que en Pakistán, una intervención directa de Estados Unidos sólo podrá desembocar en un aumento de la simpatía hacia Al Qaeda. En el Parlamento yemení ya son bastantes los miembros de la oposición que están advirtiendo de que, de persistir el conflicto actual, cada vez serán más los yemeníes que respalden a la red terrorista internacional, particularmente en el sur, donde varios líderes locales están furiosos tras los últimos bombardeos contra los milicianos, que se han cobrado numerosas bajas civiles.

A todo ello hay que añadir que el Gobierno yemení está librando un conato de guerra civil contra los rebeldes chiíes Houthi en el norte del país y que se trata, en general, de uno de los países con los niveles más altos de pobreza, desempleo y analfabetismo de todo el mundo.

"Estados Unidos debería aprender de sus experiencias en Pakistán y Afganistán para que no repita los mismos errores en Yemen a la hora de lidiar con el Gobierno de Yemen y de enfrentarse a Al Qaeda", declaró el ministro de Exteriores de Yemen, Abu Bakr al Qirbi, quien sugirió, como única solución factible, que Estados Unidos y la comunidad internacional "aporten los recursos necesarios para desarrollar económicamente el país a largo plazo". Para el funcionario, ésa es "la forma más eficaz de luchar contra el terrorismo".

De igual modo, Qirbi volvió a acusar a EEUU, como se ha hecho en repetidas ocasiones desde Irak y Afganistán, de ignorar las circunstancias políticas y la realidad social de Yemen. "Estados Unidos necesita entender las interacciones de la sociedad yemení desde un punto de vista sociológico, religioso, tribal y político", declaró.

SUCESIÓN PREDESTINADA

Saleh lleva 31 años en el poder al frente de un Gobierno plagado de deficiencias y bajo la sospecha constante de fraude electoral. Algunos analistas consideran que el conflicto con los rebeldes Houthi no es más que un problema derivado de un régimen autoritario que ha dejado a la población zaydí del norte absolutamente marginada y en la ruina total.

La oposición yemení, por su parte, que es una mezcla de partidos islamistas, socialistas y seculares, se está aprovechando del caos social, pero se encuentra tan disgregada que es incapaz de formar un frente contundente contra el dirigente. Su capacidad se reduce a organizar grandes manifestaciones, pero nunca han logrado bloquear efectivamente al Gobierno de Saleh.

Los recientes bombardeos del pasado 17 de diciembre, en los que resultaron muertos un número indeterminado de civiles, podrían galvanizarles en un bloque mucho más agresivo. El Gobierno yemení ya se ha curado en salud, acusándoles de simpatizar con la red terrorista dirigida por Usama bin Laden.

RESPALDO INTERNACIONAL

Por su parte, el secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki Moon, expresó este martes su respaldo a la petición británica de convocar lo antes posible una conferencia internacional para conceder una inyección económica a Yemen a últimos de enero, según declaró el portavoz de la ONU, Martin Nesirky, al primer ministro británico, Gordon Brown.

Brown anunció la idea el pasado 1 de enero, expresando su intención de colaborar con la comunidad internacional para ayudar a Yemen a expulsar a los operativos de Al Qaeda.

La fecha, inicialmente prevista y todavía por confirmar, para el inicio de la reunión es la del próximo día 28. La Casa Blanca y la Unión Europea también se han pronunciado a favor de este encuentro.

CRÍTICAS HUMANITARIAS

La organización Reporteros Sin Fronteras (RSF) condenó el intento de Yemen de utilizar la actual ofensiva contra grupos terroristas para violar los Derechos Humanos, después de que las fuerzas de seguridad yemeníes dispararan ayer contra una manifestación que se celebraba bajo la forma de 'sentada' en las puertas de un diario ilegalizado.

"El Gobierno del presidente se está aprovechando del apoyo que están dando a su país las potencias extranjeras para violar deliberadamente los derechos del pueblo", asegura en un comunicado esta organización.

"La comunidad internacional debe recordar al Gobierno de Saná que la lucha legítima contra el terrorismo nunca puede ser utilizada para justificar la persecución contra los medios de comunicación", añade.

Más de 200 manifestantes respondieron a una convocatoria realizada por varios grupos yemeníes con el fin de celebrar una 'sentada' en las afueras de las oficinas del diario 'Al Ayyam' en Adén, para protestar contra el cierre obligatorio del diario desde mayo del año pasado, y pidiendo su reapertura.

"Las fuerzas de seguridad comenzaron a disparar contra la multitud (...), todos habían llegado para protestar de forma pacífica", aseguró un redactor del diario, Hisham Bashraheel. "Estábamos rodeados, había soldados y policías por todas partes, los escuchamos pedir refuerzos. Pronto se hará la oscuridad en Adén, y nos tememos lo peor", afirmó.

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