MADRID, 9 Nov. (EUROPA PRESS) -
La ministra de Asuntos Exteriores y de Cooperación, Trinidad Jiménez, ha valorado como "positivo" el que Marruecos y el Frente Polisario celebraran el lunes una nueva ronda de contactos con mediación de la ONU pese a los incidentes ocurridos en El Aaiún que el Gobierno, dijo, "sigue con enorme preocupación" pero que no quiso entrar a valorar por la "confusión" en torno a lo ocurrido.
Jiménez, que se encuentra de viaje en Bolivia, ha indicado que ella no ha mantenido por el momento ningún contacto con su homólogo marroquí sino que fue el vicepresidente primero y ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, quien recibió de su homólogo marroquí este lunes la "información oficial" sobre lo ocurrido.
Según ha explicado en declaraciones a RNE recogidas por Europa Press, desde el Ministerio de Exteriores se han hecho "gestiones consulares para proteger a los ciudadanos españoles" y ha habido un "permanente contacto" tanto con la Embajada en Rabat como con el depositario de bienes que representa los intereses de España en El Aaiún "para que nos informe de la situación".
No obstante, como ya hiciera ayer, la nueva ministra de Exteriores ha pedido "prudencia" ya que un día después "sigue habiendo mucha confusión, ni siquiera los organismos internacionales están en condiciones de confirmar qué número de víctimas hay en un lado o en otro".
España, ha añadido, sólo cuenta con los datos facilitados por Rabat ya que no ha podido "verificar" los datos que dan los saharauis y el Polisario. Marruecos habla de cinco policías marroquíes muertos y un saharaui, mientras que el Frente Polisario ha elevado este martes el balance a once saharauis fallecidos.
Así las cosas, la ministra se ha felicitado de que pese a la "situación conflictiva" vivida en El Aaiún con la entrada de las fuerzas de seguridad marroquíes en el campamento de protesta saharaui y los subsiguientes disturbios en las calles de la ciudad, Rabat y el Polisario siguieran adelante con su reunión de Mahannset (Estados Unidos).
Jiménez, que ha considerado "muy positivo" que las partes se sentaran en la misma mesa "pese a todo lo ocurrido ayer", ha expresado su deseo de que el encuentro pueda contribuir, además de a avanzar en la resolución del contencioso del Sáhara Occidental, a que "vuelva la calma y se pacifique la situación" en El Aaiún.
"MANTENER LA PRUDENCIA"
Preguntada por el papel que España debería jugar como antigua potencia colonial y si el Gobierno cree que hay algo que condenar por lo ocurrido, la ministra ha insistido en que es necesario "mantener la prudencia" puesto que "sin tener confirmación oficial es difícil todavía hacer una evaluación final y global de la situación".
"El Gobierno ha estado siguiendo de una manera permanente no sólo ayer sino en los últimos días cómo se iba desarrollando la situación (en torno al campamento de protesta) en contacto con las autoridades marroquíes" y con la Embajada en Rabat, ha insistido, pidiendo "situar el conflicto en su justa dimensión" y esperar antes de una "posible condena" a conocer los hechos.
En este sentido, ha reconocido que España tiene "una implicación especial" y ha recordado que España forma parte del Grupo de Amigos del Sáhara y como tal trabaja para "acompañar" a las partes en la búsqueda de una solución. "Ese es nuestro papel y el rol que tenemos que jugar en el marco de Naciones Unidas y acompañando de una manera especial a las partes", ha precisado.
Jiménez ha considerado que "es muy importante que la comunidad internacional acompañe a Marruecos y al Frente Polisario para que puedan llegar a una solución definitiva, estable, duradera y justa y que pueda dar satisfacción a las reivindicaciones legítimas tanto de los saharauis como de Marruecos".
