Soplar cartuchos y "perdidas": Cinco pruebas de que te has hecho mayor

Actualizado: lunes, 15 septiembre 2014 14:42
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MADRID, 15 Sep. (Portaltic/EP) -

   Recientemente, un equipo financiado por Microsoft desenterró unos cartuchos de ET para Atari del desierto de Alamogordo, Nuevo México. No es lo único que huele a Historia y Arqueología en el mundo de la tecnología. Nuestros hábitos han cambiado tanto en cuestión de 15 años que recordar algunos te puede hacer sentir muy mayor. Repasemos algunas de las cosas que hacíamos cuando no teníamos conexión a Internet en el móvil, las llamadas perdidas servían para comunicarse y había rebobinar los soportes de almacenamiento, entre otras cosas.

SOPLAR CARTUCHOS

   Antes de las descargas, las tarjetas de memoria y los discos ópticos, los aficionados a los videojuegos estaban acostumbrados a utilizar toscos cartuchos en sus consolas. Como los del infame juego ET desenterrado. Seguro que más de una vez el juego no te cargó a la primera y utilizaste la "infalible" técnica de soplar en las conexiones. Si lo recuerdas, no sólo delata que tienes cierta edad, sino también que estabas equivocado. Un reciente estudio resolvió que soplar dentro de un cartucho era un remedio peor que la enfermedad.

BOLIS PARA REBOBINAR

   Hace poco, un popular canal de YouTube puso en manos de niños un walkman, que evidentemente no sabían lo que era.

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   Mucho antes de iTunes, Spotify e incluso del CD, los reproductores de música utilizaban cintas magnéticas y los primeros modelos ni siquiera incluían un botón para rebobinar. Eso obligaba a los usuarios a sacar la cinta para rebobinar una cara a mano y la mejor opción era un bolígrafo.

   La cosa no tenía mucho misterio y ya no es algo necesario, pero actualmente se pueden encontrar tutoriales en YouTube. En YouTube hay tutoriales para todo...

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   Los cassettes de música no eran lo único que había que rebobinar, sino también las cintas de vídeo VHS. ¿A que sentaba mal cuando llegabas del videoclub (los ancestros físicos de Netflix o Wuaki.tv) y el anterior cliente la había dejado en los créditos?

¿QUÉ ES ESE SONIDO?

   Ahora tenemos 4G en el teléfono móvil y fibra óptica en casa, con velocidades de varios megas de descarga por segundo y tarifas planas. Viajemos a los años 90. Por aquel entonces, únicamente era posible utilizar Internet en casa, se pagaba por los datos consumidos y ni siquiera era posible recibir o hacer llamadas al mismo tiempo. Si descolgábamos el teléfono se oía la señal del ordenador y para cargar una fotografía había que esperar largos ratos gracias a "vertiginosas" velocidades como 56 kbps.

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   En este vídeo, podéis ver lo despacio que se descarga una fotografía con esta velocidad de descarga, a partir del minuto 1:45:

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ANTES DEL WHATSAPP HACÍAMOS PERDIDAS

   Ahora tenemos WhatsApp, Facbook Messenger, Twitter o llamadas por VOIP que no añaden coste a lo que ya pagamos por la conexión de datos. Hace 15 años, el móvil permitía dos formas de comunicación: llamadas y SMS. Sin embargo, los mensajes de texto, que había que pagar individualmente a precios desorbitados, eran un lujo que muchos, como los primeros adolescentes con móvil, no podían permitirse.

   Por eso las simples llamadas perdidas, "toques" o "llacus" (llama y cuelga) se convirtieron en una forma de comunicación en sí misma. Hasta que no había establecimiento de llamada, no había gasto y servían para que un amigo al que estabas esperando bajase de casa, dar un toque de atención al chico o chica que te gustaba o acudir al MSN Messenger que habías dejado abierto en el ordenador para seguir chateando.

¿CUÁNDO CARGUÉ EL MÓVIL?

   Las grandes pantallas y potentes procesadores de los smartphones han puesto en jaque la duración de la batería. Los primeros teléfonos apenas conseguían durar todo un día y el rendimiento de la batería se ha convertido en una de las armas de los fabricantes para conseguir vender más. Los phablets, con su gran tamaño y grandes baterías, han encontrado en la duración uno de sus grandes aliados. Hasta hace menos de 7 años, lo normal era tener teléfonos menos inteligentes, pero cuya batería era capaz de aguantar días sin recargar. ¿Te imaginas un mundo en el que cargar el teléfono (o el tablet o el smartwatch) no fuese una de tus obsesiones en el día a día?

   Y vosotros, ¿también hacíais todas estas cosas? ¿Recordáis alguna más que demuestre que os habéis hecho un poco mayores en esto del mundo de la tecnología?

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