Niveles altos de testosterona se vinculan con un plumaje colorido

Pájaro
AUTHOR L. SHYAMAL
Actualizado: viernes, 21 octubre 2011 15:15

MADRID, 21 Oct. (EUROPA PRESS) -

En muchas especies de aves, los machos tienen un plumaje más elaborado que las hembras; este plumaje elaborado se utiliza para indicar la condición corporal, para intimidar a los rivales o atraer a parejas potenciales -en muchos casos, la coloración del plumaje también depende de la hormona testosterona.

Los doctores Christina Muck y Wolfgang Goymann, del Instituto Max Planck para la Ornitología en Seewiesen (Alemania), han investigado si esto es también aplicable en aves como el torillo batallador (Turnix suscitator) -que viven en el sudeste asiático- donde las hembras son polígamas, y son los machos los que incuban los huevos y se dedican a la cría. Los científicos han descubierto que, no sólo el comportamiento, sino también los ornamentos sexuales -que dependen de la testosterona- se invierten entre los sexos en estos casos.

El plumaje de colores y las plumas largas permiten un macho expresar su calidad y condición sin la demostración física de su fuerza; estas características puedan evitarles peleas físicas, que son costosas en lo que respecta al gasto de energía y el riesgo de lesiones.

El tamaño y la intensidad de algunas partes del plumaje, depende de la hormona sexual masculina testosterona. Sin embargo, hasta ahora se desconocía la función y regulación de la coloración del plumaje de las hembras, que en su mayoría tienen un plumaje opaco, casi sin variación entre los individuos. Sin embargo, en algunas aves los roles sexuales se han invertido: las hembras defienden agresivamente los territorios y los machos cortejan, incuban los huevos y cuidan a los jóvenes sin ninguna ayuda de las hembras.

Muck y Goymann observaron una relación entre la coloración del plumaje, el peso corporal y las concentraciones de testosterona en las hembras del torillo batallador, una especie de ave que vive en el sudeste de Asia. Los investigadores mantuvieron a las aves por parejas en criaderos durante un año, tomando muestras de sangre para controlar la evolución temporal de los niveles de testosterona. Además, pesaron a las aves y tomaron fotografías del parche negro la garganta de las hembras para determinar su tamaño y la intensidad del color. Los machos de esta especie son más pequeños que las hembras y no poseen este parche.

Primero, los investigadores pudieron demostrar que los niveles de testosterona fueron similares en machos y hembras, y no mostraron grandes cambios estacionales. Por otra parte, los niveles de testosterona eran más bien bajos. Sin embargo, encontraron una fuerte relación entre el tamaño y la intensidad del color de las plumas y los niveles de testosterona en las hembras.

"Es realmente notable", afirma Christina Muck, "que la inversión de roles sexuales en el comportamiento se acompañe de la expresión de caracteres sexuales secundarios relacionados con el nivel hormonal".