Actualizado: sábado, 13 octubre 2012 13:05

ALMERÍA, 13 Oct. (EUROPA PRESS) -

La Audiencia Provincial ha condenado a diez años de prisión al hombre de 53 años que, en enero de 2006, prendió fuego al inmueble en el que reside en Vera (Almería) y causó heridas a algunos vecinos del bloque de viviendas con quienes había mantenido disputas previas.

El tribunal de la Sección Tercera impone, asimismo, a J.C.S. el pago multas que suman un total de 1.630 euros por tres faltas de lesiones y le obliga a indemnizar a las víctimas del incendio con 3.540 euros por las quemaduras y problemas respiratorios causados, y con casi 70.500 euros por los desperfectos que sufrieron las viviendas.

La sentencia, a la que ha tenido acceso Europa Press, estima acreditado que el acusado, quien residía como 'ocupa' con el consentimiento de su cuñado en una casa de su propiedad, prendió de manera voluntaria maderas, cartones y un sofá deteriorado "con conocimiento" de que el bloque estaba habitado y del "riesgo" que suponía.

Remarca que tal acción fue "potencialmente idónea" para que el fuego que propagase y se "pusiera en peligro la vida" de los vecinos del edificio, cuyo testimonio en sala tilda de "escalofriante" ya que detalló como para salvar la vida "tuvo que salir con unos paños con agua en la cabeza y empujada por su hija hacía la escalera".

Con respecto a la autoría, si bien apunta a la "inexistencia de testigos directos", el fallo indica que una de las víctimas "vio en la calle a J.C.S. con un hierro y riéndose al tiempo que la gente le llamaba asesino" mientras que otro de ellos le vio "salir corriendo por las inmediaciones del lugar" y refirió ante el tribunal como se "autoinculpó" en bares más tarde.

Asegura que estos testimonios son "persistentes y coherentes" frente a lo contradictorio del relato del acusado, quien afirmó que se había dejado un cigarrillo encendido dentro de un cenicero "cuando la casa no estaba amueblada, sólo tenía enseres de la basura y siquiera consta que fuese fumador". Recuerda, en esta línea, que unas veces dijo no estar cuando se produjo el fuego porque había salido a comprar "cuando era día festivo" y otras, que estaba comiendo con su madre.

El tribunal no aplica circunstancias modificativas de la responsabilidad penal ya que si bien el acusado padece un retraso mental leve, estado "deficitario crónico e irreversible", este "en situaciones sencillas" no afecta a su capacidad intelictiva y volitiva.

El acusado utilizaba de forma habitual la vivienda, ubicada en el número 4 de la calle Granada de Vera, como domicilio desde enero de 2001 aunque accedía a su interior por una ventana rota ya que el propietario era su cuñado, quien daba "consentimiento tácito" a la ocupación y "en ningún momento le prohibió dicha conducta".

Durante los cinco años en que residió en este edificio, compuesto por cuatro casas, J.C.S. mantuvo diversos enfrentamientos con sus vecinos y uno de ellos derivó en una condena penal después de que insultará y amenazase de muerte a una residente, a quien le dijo que iba a quitarle la vida con un hierro y que iba a quemar el vehículo de su hijo.

La sentencia detalla que el día de los hechos, el 8 de enero de 2006, el acusado entró a las 14,00 horas en su casa "en un estado de gran excitación después de haber mantenido una discusión con su madre" y, con un mecanismo que no ha podido ser determinado el instrucción, prendió supuestamente fuego al sofá del salón "con la finalidad de que se propagara" por el bloque.

"GRAVE PELIGRO PARA SUS VIDAS"

Un matrimonio y su hija, precisamente aquellos a los que había insultado y amenazado de muerte dos años antes, se vieron "sorprendidos" por las llamas, que "pusieron en grave peligro tanto sus vidas como su integridad física, les causaron heridas físicas y psíquicas y provocó que tuvieran que ser rescatados por agentes de Policía Local, que lograron sofocar el incendio en la zona de la escalera permitiéndoles escapar del fuego y que pudieran alcanzar la vía pública".

Las tres víctimas sufrieron quemaduras de primer y segundo grado en los brazos y tuvieron que ser atendidos por hipoxia por inhalación de humo, lo que les mantuvo impedidos para sus ocupaciones habituales durante diez días. A la hija del matrimonio le ha quedado, asimismo, como secuela una cicatriz de 3,5 centímetros en la región frontal.

El fiscal interesaba para J.S.C. una pena de cárcel de 15 años de prisión, petición a la que se adhirió la acusación particular mientras que la defensa solicitó la libre absolución. La Sección Tercera opta por aplicar la condena mínima prevista en el Código Penal para el delito de incendio y se aviene al resto de pronunciamientos del Ministerio Público.