BORNOS (CÁDIZ), 16 (EUROPA PRESS)
La Guardia Civil de Cádiz ha llevado a cabo en Bornos una actuación contra la captura ilegal de aves fringílidas que se ha saldado con la investigación de dos personas, un padre y su hijo, por la presunta captura de 103 jilgueros, que fueron hallados repartidos en dos jaulas en el interior del vehículo en el que viajaban.
Además de las aves, se hallaron diez artes prohibidas --paños de redes japonesas--, 20 varillas para su montaje y colocación cerca de los lugares de agua y cinco terminales de telefonía móvil que se utilizan como emisores de cantos de dicha especie a modo de reclamos caseros, ha indicado la Guardia Civil en una nota.
La actuación se llevó a cabo el pasado 12 de junio en un dispositivo de control de personas y vehículos en la carretera A-384, en el término municipal de Bornos, cuando los agentes de la Patrulla de Seguridad Ciudadana de Villamartin procedió a controlar un vehículo.
Los agentes inspeccionaron el interior, hallándose en el maletero dos jaulones con un total de 103 aves fringílidas --jilguero--, en su mayoría crías, carentes de las correspondientes anillas reglamentarias en la cría autorizada de forma excepcional de dichas aves.
Una vez examinadas todos los ejemplares, que se aún se encontraban con vida, se corroboró que esta especie se encuentra catalogada como protegida en la normativa europea y nacional, en la que se prohíbe su captura, y que está incluida en la Lista Roja de Especies Amenazadas de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza.
Además, la zona donde fue interceptado el vehículo y recuperadas dichas aves es una zona de anidación y cría de dicha especie, siendo un lugar "de gran valor ecológico" que se encuentra en el paraje natural Cola del Embalse de Bornos.
Ante la premura por salvaguardar y garantizar la integridad de los animales, los agentes procedieron a la puesta en libertad de dichas aves en un paraje natural cercano al lugar donde fueron intervenidos.
Por estos hechos se procedió a la investigación de los dos supuestos autores por un delito de protección de la flora y la fauna silvestre. Además, cabe reseñar que les constan numerosos antecedentes policiales e infracciones administrativas relacionadas con la protección de la flora y fauna silvestre.
Los efectos y artes prohibidas han sido incautadas y han quedado a disposición judicial.
La Guardia Civil ha advertido que las capturas indiscriminadas e ilegales de aves fríngilidas "pone en serio peligro la supervivencia de las especies", resultando además "especialmente peligrosa", ya que sigue existiendo un gran comercio de estas aves, tanto vivas, para su exportación y utilización como pájaros de jaula en el caso de las aves fringílidas, como muertas para su consumo como "pajaritos fritos".
La captura de estas aves destinadas al consumo humano se realiza "sin control sanitario alguno", lo que conlleva "un riesgo alto de contraer algún tipo de enfermedad", puesto que estas especies se alimentan de todo tipo de insectos que pueden estar afectados por plaguicidas e insecticidas.
La caza de estas aves está incluso tipificada en el Código Penal con multas o penas que pueden alcanzar hasta dos años de cárcel. Así, la Ley 42/2007 de Patrimonio y Diversidad, las aves fringílidas y la mayor parte de aves insectívoras no están consideradas por la normativa como especies cinegéticas, por lo queda terminantemente prohibido su caza y su comercio.