Actualizado 11/08/2010 20:42

Más de 160.000 personas visitan durante el primer semestre del año el Teatro Romano de la capital

Los estudios a las cerámicas halladas revelan que Málaga hablaba y escribía en púnico al inicio de la construcción del edificio

MÁLAGA, 11 Ago. (EUROPA PRESS) -

Casi 167.000 personas han visitado en el primer semestre del año el Teatro Romano de Málaga, con lo que desde su apertura al público en 2004, se han contabilizado más de 1.700.000 visitantes, siendo un 55 por ciento extranjeros y el 45 por ciento restante, de nacionalidad española.

Por otro lado, los estudios de las cerámicas halladas durante los últimos trabajos arqueológicos en el recinto han constatado que la entonces 'Malaca' hablaba y escribía en púnico al inicio de la construcción de su Teatro Romano.

El arqueólogo de la Delegación Provincial de Cultura de la Junta de Andalucía, Manuel Corrales, indicó que "se seguía hablando y escribiendo en púnico en aquella época en detrimento del latín", al tiempo que afirmó que "también se han clarificado cómo fueron por esta zona los accesos al recinto dentro del urbanismo de todo el entorno".

Los trabajos en este enclave del Teatro Romano de Málaga, presupuestados en cerca de 400.000 euros, "han permitido reconstruir una parte importante de la historia de la ciudad antigua", apuntó Corrales que dirige al equipo que viene realizando las labores de investigación más recientes en el aditus sur.

Asimismo, precisó que comprobó que "no sólo que se hablaba y escribía púnico gracias a las cerámicas halladas", sino también "el urbanismo púnico de tradición fenicia que Malaca tenía aún a principios del siglo I a. de C., cuando comienza a construirse el Teatro Romano".

Los citados estudios, según informó la Junta de Andalucía a través de un comunicado, son parte del proyecto general de conservación y puesta en valor del recinto, que permitirá mejorar los recorridos establecidos para la visita al monumento, para lo que se ha consolidado el talud situado bajo el Centro de Recepción de Visitantes a la Alcazaba de Málaga y el aditus sur del Teatro Romano.

La investigación también se ha centrado en la entrada del recinto por el mismo lado sur, un gran espacio a modo de vestíbulo situado en los flancos de la escena que constituían un elemento fundamental en la configuración definitiva de la arquitectura teatral romana.

"El graderío y escena se unían en un único conjunto cerrado y compacto mediante estas habitaciones ubicadas en los flancos, dando lugar, a su vez, a los accesos abovedados llamados aditii e itinera", explicó el arqueólogo.

En este sentido, indicó que esta zona se debió articular en el contexto general de urbanización del entorno mediante terrazas a distintos niveles unidas por rampas o escaleras, "que servirían para integrar la pendiente oriental del cerro de la Alcazaba sobre el que se apoya el teatro, y permitiría, en un recorrido ascendente, alcanzar las entradas superiores del edificio".

Por otra parte, se comprobó la existencia de baños romanos gracias a restos de termas de época republicana, como un pavimento de ladrillos que forman un dibujo de "espina de pescado", cerrando en el centro una serie de losetas cuadradas, probablemente de mármol de colores, según los datos aportados por Corrales.

Asimismo, según el arqueólogo, la importancia económica de la ciudad también queda constatada en los restos de un gran almacén de ánforas fechado en el siglo IV a. de C., relacionado con la factoría de salazones visualizada gracias a la existencia de varias piletas escalonadas cerradas por muros y con restos de los últimos almacenajes de pescados.

Por último, los trabajos de mejora y conservación en el Teatro Romano de Málaga también han posibilitado evitar posibles acumulaciones de agua en la zona de la orchesta, para lo que se ha recuperado la antigua cloaca, finaliza el arqueólogo de la delegación provincial de Cultura.