Publicado 10/04/2015 06:00

'La vida resuelta' cuelga el cartel de 'no hay billetes' en el Gran Teatro

Obra 'La vida resuelta'.
EUROPA PRESS/AYTO HUELVA

HUELVA, 10 Abr. (EUROPA PRESS) -

La programación cultural del mes de abril de la Concejalía de Cultura del Ayuntamiento de Huelva comienza este viernes con el cartel de 'no hay billetes' para la obra teatral 'La vida resuelta'. Una comedia protagonizada por los actores Javier Mora, Berta Hernández, Adriana Torrebejano y Cristina Alcázar.

El teniente alcalde de Cultura, Manuel Remesal, ha destacado en una nota de prensa "la excelente acogida del público onubense ante una divertida obra teatral que hace subir al escenario a dos actores locales con una gran proyección nacional: Javier Mora y Berta Hernández, que este viernes contarán con el respaldo de sus paisanos".

'La vida resuelta' es un retrato de una generación de treinta y tantos años, un grupo de personas que han llegado a un punto de su vida en la que no terminan de estar todos satisfechos consigo mismos y mucho menos felices. Aunque de alguna manera todos han buscado el éxito, cada uno en la forma en que creían, les queda algo de frustración, bien porque no lo han conseguido, bien porque la consecución de lo que buscaban en realidad no es lo que esperaban.

La obra parte de la reunión en una guardería, donde hay una plaza vacante para un niño en el curso siguiente. En ese ambiente, los personajes hablan, discuten, reflexionan y reviven lo que eran sus vidas cuando ellos pararon por el jardín de infancia y en lo que se han convertido.

La programación en el Gran Teatro continuará el domingo, a las 12,00 horas, con el musical familiar 'La cenicienta' de la Compañía Murciana está inspirada en piezas de conocidos compositores como Isaac Albéniz, Ruperto Chapí y Joaquín Turia, combinadas con otras músicas españolas de matices folclóricos, sin olvidar el flamenco más alegre.

En esta versión del cuento 'La cenicienta', a pesar de la dura vida a la que la tienen sometida su madrastra y sus horrendas hermanastras, no deja de ser una bella muchacha de carácter alegre. Siempre le encargan las tareas más penosas, pero ella no deja de soñar, y baila con desparpajo, a ritmo de zapato, mantón, abanico y palillo. Por lo que no es de extrañar que cuando llega el día de la fiesta y La Cenicienta se cuela en ella, el Príncipe acaba deslumbrado por la elegancia y tronío de su danza por sevillanas.