JAÉN 18 May. (EUROPA PRESS) -
El patrimonio ibero de Andalucía y, especialmente de la provincia de Jaén, se ve enriquecido con la 'Caja de los Guerreros' de Arjona, una urna cineraria encontrada en la necrópolis de la Cuesta del Parral de este municipio, cuyas investigaciones están dando "espléndidos resultados que redundan en la importancia" que tendrá el yacimiento en el marco de esta cultura.
Así se puso de manifiesto durante la entrega de la pieza al Museo Provincial de Jaén, en la que participaron la delegada de Cultura, Mercedes Valenzuela; el director del Centro Andaluz de Arqueología Ibérica (CAAI), Arturo Ruiz, y el alcalde de la localidad, José Puentes, quien explicó que el hallazgo se produjo hace unos meses como consecuencia de las riadas que provocaron las lluvias del pasado invierno y que sacaron a la luz los restos.
La urna, fechada en el siglo I antes de nuestra era, es de tamaño reducido, tiene forma cúbica y está realizada en piedra arenisca. Debe su nombre y originalidad a que en sus cuatro paredes laterales se representan escenas de luchas entre dos guerreros, que aparecen en distintas actitudes, a pie y con espada o a caballo y con lanza.
En su interior, según los primeros resultados del estudio forense del doctor Trancho, de la Universidad Complutense de Madrid, había restos de un hombre y una mujer, que fueron cremados a una temperatura no superior a los 800 grados, algo habitual en la cultura ibera. Por algunos huesos que no se quemaron completamente, se sabe que la mujer era de aspecto "grácil", mientras que el varón era de complexión fuerte y tenía patologías típicas de una marcada actividad física.
La 'Caja de los Guerreros' de la antigua Urgavo, nombre ibero de Arjona, fue encontrada casualmente por dos vecinos que la entregaron al alcalde, al que informaron de que había más piezas que podían correr peligro por el efecto del agua. Por ello, el CAAI promovió una intervención de urgencia ante la Junta de Andalucía que se desarrolló entre los pasados meses de febrero y mayo y que contó con la colaboración económica del propio Centro, el Ayuntamiento y la Asociación 'Amigos de los Iberos'.
NUMEROSOS ENTERRAMIENTOS
Gracias a esta excavación, según destacó Ruiz, se ha recuperado en la Cuesta del Parral más de una veintena de enterramientos, en su mayor parte colectivos, que se fechan en el siglo I A.N.E. y que muestran ritos de cremación de clara tradición ibera. En este sentido, añadió que el valor de la urna depositada hoy en el Museo y del resto de tumbas es que pertenecen al iberotardío, periodo final de esta civilización del que apenas se conocían restos similares, ya que la mayoría de necrópolis aparecidas son del siglo IV A.N.E.
"Lo importante es que los elementos romanos no se notan. Todo el concepto de la muerte es todavía ibero y se sigue utilizando las inscripciones iberas y no en latín a pesar de que la llegada de los romanos se produjo dos siglos antes", subrayó el arqueólogo, quien insistió en que hallazgos como este reflejan que el peso de la cultura propia seguía siendo "muy fuerte", si bien también se dan cambios como la aparición de enterramientos conjuntos, familiares, frente a los fechados tres siglos antes, en los que se separaba al hombre y la mujer.
Además, matizó que ya no se trata de la gran escultura funeraria aristocrática, visible en los relevantes yacimientos de Cerrillo Blanco de Porcuna o El Pajarillo de Huelma, sino que pone de manifiesto una "democratización de la imagen" en la que "todo el mundo empieza a representarse".
Por otro lado, el director del CAAI aludió a otro de los descubrimientos más sobresalientes de la necrópolis: una cámara, la de mayor tamaño, con una cuidada mampostería, acceso por escaleras y un rico ajuar que actualmente se encuentra en fase de estudio.
Los primeros resultados de estos trabajos se darán a conocer en el encuentro internacional que se celebrará en Arjona los días 17 y 18 de julio, en el que también se debatirá sobre la iconografía de la 'Caja de los Guerreros'. En cualquier caso, Ruiz adelantó que sus "espléndidos resultados" e interesantes materiales "redundan en la importancia" que tendrá la necrópolis de la Cuesta del Parral en el marco de la cultura ibera.