HUELVA 14 Jun. (EUROPA PRESS) -
Funcionarios adscritos al Grupo II de Policía Judicial de la Comisaría Provincial de Huelva han detenido a la mujer D.S.H, de 41 años, a quien se le imputa el cargo de simulación de delito, un delito de estafa y una reclamación judicial.
Los hechos se remontan a la misma madrugada en que se produjo la detención, cuando se recibió llamada telefónica en la Comisaría Provincial de Huelva, de un ciudadano, N.B.G., que decía estar llamando desde Puerto Rico, manifestando muy preocupado y nervioso que había recibido una llamada en la que se le comunicaba que su amiga D.S.H. se encontraba secuestrada en un piso de Huelva, por unos individuos de etnia gitana.
En la llamada, también alertaba de que los secuestradores estaban dispuestos a matarla si no accedía a sus peticiones, exigiéndole para la liberación de la retenida el pago de 1.800 euros, los cuales debería depositar en una cuenta bancaria del Banco Bilbao Vizcaya, cuyo número le sería facilitado en una próxima llamada.
La línea de investigación principal de la que fue informada, incluso, la autoridad judicial, se centró en la localización de la víctima del secuestro, por lo que tras montar un complejo dispositivo policial en la zona del Torrejón, se consiguió localizar el lugar donde se encontraba presuntamente retenida la víctima.
Puestos al habla con la misma, antes de una intervención expeditiva, manifestó que no se encontraba retenida en ese domicilio, pese a lo cual se concertó con ella una cita fuera del domicilio en cuestión con el fin de constatar si realmente era cierto lo manifestado por ella y que lo que decía no obedecía a ningún tipo de coacción por tener a sus secuestradores cerca, para lo cual se estableció un nuevo dispositivo policial alrededor del punto de encuentro.
En el transcurso de la cita con los miembros del Grupo de Investigación, la presunta víctima, D.S.H, confesó la farsa y expresó de forma clara y tranquila que no se ha encontrado en ningún momento retenida contra su voluntad, y que lo que realmente había sucedido era que necesitaba ese dinero para devolver una deuda adquirida por su marido, por lo que simuló encontrarse secuestrada para presionar a su amigo de Puerto Rico, sabedora de que su amistad con él le llevaría a pagar el rescate ante el temor de que sufriera algún daño.
Las diligencias tramitadas han sido remitidas al Juzgado de Guardia, a cuya disposición ha sido puesta la reseñada.