HUELVA, 20 Oct. (EUROPA PRESS) -
Funcionarios del grupo de Delitos Económicos y Crimen Organizado de la Brigada de Policía Judicial de la Comisaría Provincial de Huelva han detenido a una pareja formada por Y.S., de 36 años y nacionalidad argelina y que cuenta con antecedentes, y a A.M., de 30 años y de nacionalidad rumana, a los que les ha intervenido unas 1.000 prendas falsificadas de vestir y otro tanto en complementos, como gafas de sol, bolsos, cinturones o gorras, que, de tratarse de artículos auténticos, tendrían un valor en el mercado de aproximadamente unos 120.000 euros.
Según informó la Subdelegación del Gobierno en Huelva en un comunicado remitido a Europa Press, la pareja se dedicaba a la venta en su domicilio de artículos etiquetados con el anagrama de primeras marcas comerciales como Prada, Armani, Channel, Dior, Carolina Herrera, Versace y pantalones vaqueros con el anagrama de Victoria Beckham, entre otras, todo con el considerable daño económico que supone para las referidas marcas legítimamente registradas.
Los agentes estaban investigando desde hacía meses la existencia de algunos domicilios donde se llevaban a cabo prácticas delictivas, consistentes en la comercialización y distribución de artículos con marcas y distintivos iguales a los protegidos por el derecho de propiedad registrado.
Así, en el domicilio concretado, ubicado en la barriada de La Orden de la capital onubense, después de constantes vigilancias, se pudo observar un tráfico significativo de personas que subían al domicilio y, tras llamar al portero automático, preguntaban por 'Ali', regresando a los pocos minutos con bolsas de plástico, algunas transparentes, en cuyo interior se podían observar ropas con distintivos y anagramas de las referidas marcas protegidas, que se adquirían tres veces por debajo del valor de la auténtica en el comercio.
De esta forma, se solicitó de la autoridad judicial el oportuno mandamiento de entrada y registro en el referido domicilio, dando como resultado la intervención de los efectos ya referidos, así como otras pruebas, que corroboraron el comercio de aquella pareja, tales como anotaciones de precios, prendas, pedidos y marcas.
El modo de venta era a través de conocidos y clientela que conocían el referido domicilio, aunque la pareja cambiaba con frecuencia el lugar de residencia con objeto de facilitar su impunidad.
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