Investigadores de la UMA colaboran en un proyecto internacional para conocer el impacto psicológico del confinamiento

El doctor Pablo Fernández Berrocal (derecha) junto a su equipo del Laboratorio de Emociones.
El doctor Pablo Fernández Berrocal (derecha) junto a su equipo del Laboratorio de Emociones. - LABORATORIO DE EMOCIONES
Europa Press Andalucía
Publicado: viernes, 17 abril 2020 13:51


MÁLAGA, 17 Abr. (EUROPA PRESS) -

El Grupo de Investigación Cognición, Emoción y Salud de la Universidad Complutense de Madrid, dirigido por el doctor Antonio Cano Vinduel, junto con el Laboratorio de Emociones de la Universidad de Málaga (UMA), dirigido por el doctor Pablo Fernández Berrocal, desarrollan una investigación internacional para conocer el impacto psicológico que el confinamiento provocado por el COVID-19 produce en la población.

"Las consecuencias psicológicas de todo esto van a ser muchas y tenemos que estar preparados para ver qué cosas funcionan, para intentar promoverlas y luego hacer algún tipo de campaña. Al final, el objetivo es ver de toda la población a quién ha afectado más y con esos grupos de riesgo hacer una pequeña intervención", ha explicado a Europa Press el doctor Pablo Fernández.

En la actualidad, la investigación está en fase de análisis y todo el mundo puede participar mediante un cuestionario que ha sido lanzado vía online (que se puede rellenar en https://es.surveymonkey.com/r/PsiCogVid_19), en el que ya han participado más de 3.000 personas solo en España.

Esta investigación, que es a nivel internacional, cuenta con la colaboración con grupos de investigación de varias universidades españolas (Universidad Complutense de Madrid, Universidad de Málaga, Universitat de Valncia, Universidad de Zaragoza, Universidad de Granada y Universidad de Islas Baleares), así como de la Universidad Siglo 21 de Argentina y la Universidad PUCMM de República Dominicana.

"Queremos comparar los resultados en diferentes zonas de España, también con Sudamérica y también lo estamos ampliando a Alemania y a EEUU, a la zona de Nueva York, con unos colegas que están haciendo la misma encuesta allí", ha concretado Fernández.

Así, la investigación quiere averiguar cómo afecta física y emocionalmente la situación derivada de la pandemia y según la edad, el género o las circunstancias personales de cada individuo. Por ejemplo, "el confinamiento en aislamiento no es lo mismo que si es con una familia, o si esa persona tiene que ir a trabajar o está obligada al teletrabajo", ha precisado el doctor.

Especialmente quieren comprobar si afecta igual a los adolescentes que a los adultos o personas mayores, porque "todas las recomendaciones se están haciendo en general para toda la población, y es lógico, pero quizás cierto grupo de población necesitarían consejos específicos".

Los investigadores también quieren ver qué estrategias siguen las personas para regular mejor sus emociones durante la cuarentena, por lo que se les pregunta en la encuesta qué es lo que hacen, piensan y sienten.

"Podemos cambiar nuestro punto de vista mental, nuestra perspectiva, pero eso a veces no vale, tiene que ser con conductas concretas: para dejar de estar aburridos, hago deporte, pinto o veo series", ha ejemplificado el experto.

Además, hay preguntas que apuntan al nivel emocional, es decir, cómo las personas afrontan esas situaciones: "Algunas lo afrontan desde el miedo, otras desde la tristeza y otros desde el aburrimiento", ha detallado.

En este sentido, los primeros resultados de estudios que se han publicado en China, salvando las diferencias de aspectos sociodemográficos, muestran que las personas que utilizan estrategias de regulación, de manejo de sus emociones, más adaptativas o saludables "han sido capaces de sobrellevar esas emociones sin que tenga consecuencias para su salud, tanto física como mental", aunque hayan sentido miedo o ansiedad, ha señalado.

"Son los primeros datos, lo ideal sería hacer un seguimiento. Lo complicado aquí, en este tipo de estudio, como son anónimos totalmente, es saber qué bagaje previo tienen esas personas, es decir, patologías, problemas psicológicos previos", ha puntualizado Fernández.

Asimismo, ha avanzado que los estudios prevén, "y eso se tardará más en ver", que las personas confinadas con algún tipo de patología previa, como depresión, ansiedad o agorafobia, tienen una "complicación psicológica que es muy complicada manejar".

"Eso no se sabe, entonces lo que estamos intentando entender sería verlo sin tener en cuenta esa información, porque son datos muy personales", ha apuntado el doctor, que espera que "más adelante se podrán hacer, cuando se haga un seguimiento de las personas que estaban en tratamiento antes del confinamiento y cuando vuelvan después del confinamiento a las consultas, ver cómo han evolucionado".

Fernández ha concretado que las personas que rellenen la encuesta pueden dejar su dirección de correo electrónico al finalizarla. "Lo interesante de este tipo de investigaciones es hacerlas prospectivas, es decir, nosotros hemos evaluado ahora y evaluamos a las mismas personas dentro de un mes", ha apuntado.

Sin embardo, "si no es posible, se hace retrospectiva, se pregunta a una nueva muestra de personas cómo se sentían y cómo se sienten ahora", ha añadido, por lo que ha resaltado que "lo ideal sería hacerlo con la muestra que ha dejado su email".

Esta investigación internacional surge de los más de 20 años de trabajo conjunto entre el Laboratorio de Emociones y la Sociedad Española de Ansiedad y Estrés de la Complutense, que dirige Antonio Cano, quién además es profesor del máster de Inteligencia Emocional en la UMA.

"Tenemos ahí una red que llevamos más de 20 años trabajando juntos y ellos habían pensado que podíamos colaborar así rápidamente. Esto lo hemos diseñado en una semana para que diera tiempo y ha sido posible gracias a que nos conocemos de hace muchos años. Esa ha sido nuestra colaboración, crear una red súper rápida", ha explicado Fernández.

Por otro lado, el doctor ha avanzado que su equipo trabaja en otro estudio con adolescentes de entre 12 y 18 años "con cuestiones más específicas: qué hacen, sus hábitos, y es más largo", si bien aun no disponen de suficientes datos. Se realiza en colaboración con varios centros educativos de Málaga, Córdoba y Granada.

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