MALAGA, 29 Jun. (EUROPA PRESS) -
El presidente de la recién constituida Mesa del Turismo de Málaga-Costa del Sol, Antonio Espinosa, calificó hoy de "lamentable" el "mayor escándalo inmobiliario en la historia de Europa" que se ha producido en Marbella, tras las dos fases de la operación Malaya, al tiempo que pidió una campaña de promoción para restaurar la imagen de la ciudad.
Espinosa, en rueda de prensa con motivo de la presentación de la Mesa, consideró necesaria "una inteligente campaña de promoción para decir al foráneo que aquí lo que ha pasado es un incidente gordo, pero afortunadamente hemos sido capaces de depurar y de que paguen los culpables".
No obstante, y aunque reconoció que la imagen de Marbella "sufrirá algún deterioro", consideró que "suceden tantas noticias que estoy seguro de que en un mes, si esto se lleva con un poco de inteligencia, no se acordará casi nadie de lo que ha ocurrido", al tiempo que esperó que "a partir de ahora lleguen personas que representen los intereses de muchos, y no los de unos pocos, para que, como el ave fénix, Marbella resucite".
"Marbella es el buque insignia de la Costa del Sol, le han pegado un torpedo en la línea de flotación y ahora estamos todos achicando agua", dijo, mientras que hizo hincapié, en referencia a la operación contra la corrupción, en que "era muy necesario lo que se ha hecho y después tendremos una Marbella absolutamente renovada".
Espinosa, quien adelantó que la primera reunión de la Mesa se celebrará en Marbella con este asunto como punto "más inmediato", apuntó que los involucrados en la trama de corrupción "son una minoría que ha tenido el poder político a su lado y algunos empresarios".
Por otra parte, sobre la necesidad de infraestructuras en la Costa del Sol, indicó que "las infraestructuras tienen que venir para soportar lo que tenemos y para lo que vendrá, pero no para crear más cemento y más ladrillo para beneficio de los de siempre".
"Un crecimiento racional es el que podamos moderar y llevar a delante", matizó, al tiempo que opinó que "meter 550.000 nuevas viviendas en la Costa del Sol en cinco años es un disparate, porque no habrá dinero ni para agua, depuración o carreteras".
Así, Espinosa sentenció que "no hay forma de crecer tan desmesuradamente, hay que controlar mediante los planes de ordenación y crecer con racionalidad".
