El acusado de asesinar a una mujer en Pilas (Sevilla) culpa del crimen al marido que dice que "la maltrataba"

SEVILLA 2 Abr. (EUROPA PRESS) -

El acusado de asesinar e intentar violar a Ana María M.M., de 50 años de edad, en marzo de 2017 en la localidad sevillana de Pilas, ha declarado su inocencia al tiempo que ha inculpado al marido de la víctima "como autor del crimen" por un móvil pasional de quien ha asegurado que "maltrataba a su esposa", algo que "sabía todo el pueblo".

En la vista oral, que se celebra en la Audiencia Provincial de Sevilla, el acusado, que responde a las iniciales E.R.R., ha asegurado que conocía a la víctima y a su entorno, especialmente a su marido, con quien iba a cazar conejos algunas veces, y del quien ha indicado que, en un periodo anterior a los hechos, le ofreció 500 euros "por pegarle una paliza a Ana María M.M.", algo que rechazó.

Con respecto al relato de los hechos de los que está siendo enjuiciado ante un jurado popular, el acusado ha indicado que la noche anterior del día de autos, estuvo en una discoteca y consumió "varias copas y rayas de cocaína" y que al día siguiente, tras haber desayunado "cuatro copas de anís en un bar" iba por el Camino de Pechillas cuando vio al marido de la víctima en un coche con "una rumana" a la que ha identificado como "amante" de éste, quien se fue de allí, para luego volver el marido "solo" minutos después para invitarle a subir al coche "para ir a cazar conejos".

Seguidamente, ha señalado que este hombre le "ofreció cocaína" y que luego se bajó del coche para fumar un cigarro y que ahí escuchó gritos de auxilio y que al acercarse a un olivar vio como una persona encapuchada estaba atacando a otra. En ese sentido, ha relatado que se aproximó más y que vio que la encapuchada "era la rumana de antes" y que "estaba golpeando" a Ana María M.M., y que al intentar defender a la segunda, la mujer rumana "sacó un cutter y le cortó en un dedo" y que, al instante, apareció el marido de la víctima quien le "dio un golpe fuerte en la cabeza" que le dejó "mareado".

Así, ha indicado que cuando se recuperó del mareo vio a la víctima "sangrando y con el torso desnudo" y que le pidió "que la tapara porque tenía frío" y que salió a la carretera por el Camino de Santillán a pedir ayuda. Posteriormente, ha relatado que paró a un par de personas para volver a auxiliar a la mujer "que ya estaba muerta" y que luego fue trasladado al ambulatorio para que le curasen sus heridas y donde fue custodiado por agentes de la Guardia Civil.

Por último, ha apuntado que en un primer momento relató que a la víctima la habían matado tres rumanos que habían llegado allí con un vehículo porque el marido de Ana María M.M. le había amenazado "con cortarle la lengua" y "hacer desaparecer" a su familia.

"MI HERMANO TIENE BUEN CORAZÓN"

De otra parte, ha testificado el hermano mayor del acusado, quien en la Sala ha asegurado que a E.R.R. "lo conoce todo el pueblo" y "tiene buen corazón" tanto que al "tener un pequeño retraso, peca de inocente y la gente se aprovechan de él". Igualmente, ha señalado que su hermano consume "mucho alcohol" los fines de semana y que tiene entendido que consume "cocaína", así como que "de oídas a través de lo que comenta la gente del pueblo" es conocedor de que el marido de la víctima "agredía a su mujer" y "que tenía una amante y quería quitarse de encima a su esposa".

Por otro lado, han declarado como testigos varias personas que E.R.R. paró en la carretera para pedir auxilio, quienes han declarado que el acusado les paró "sobre las nueve de la mañana" tenía una herida en la cabeza "con sangre fresca" en la cabeza y "sangre seca" en la cara y que cuando vieron a la fallecida ésta se encontraba "boca abajo" y con "los pantalones por las rodillas".

Asimismo, ha testificado un policía local quien ha señalado que acudió al lugar de los hechos tras una llamada de alerta recibida sobre las 8,47 horas y que tras entrevistarse con el acusado, éste le dijo que auxilió a la víctima ante el ataque de tres rumanos que habían llegado a la zona "en una furgoneta". Por ello, ha indicado que comprobó la zona por si había huellas de vehículos "al estar la tierra blanda" y no encontró ninguna.

Cabe recordar que la Fiscalía reclama para el acusado prisión permanente revisable por el delito de asesinato y una pena de nueve años de cárcel y diez años de libertad vigilada por el delito de agresión sexual en tentativa, mientras que la acusación particular pide la prisión permanente revisable por el delito de asesinato y una pena de doce años de cárcel por el delito de agresión sexual en grado de tentativa. De su parte, la defensa pide la libre absolución.