SEVILLA, 12 Jun. (EUROPA PRESS) -
El delegado de Gobernación, Fiestas Mayores y Área Metropolitana del Ayuntamiento de Sevilla, Juan Carlos Cabrera, ha destacado el "correcto funcionamiento" de los servicios municipales, así como del plan de movilidad, diseñados para el concierto de Manuel Carrasco en la noche del sábado en el Estadio de la Cartuja, donde se reunieron más de 70.000 personas en el que ha sido el mayor evento musical de un artista en solitario hasta ahora en España.
"A pesar de esta enorme afluencia, la aglomeración de vehículos y personas en algunos momentos y las elevadas temperaturas que soportamos el sábado, este evento, encuadrado en la mayor programación musical en Sevilla en muchos años, se saldó sin incidencias destacables y eso de por sí es ya un éxito", ha dicho, destacando "la capacidad de organización de grandes citas que tiene esta ciudad y la respuesta de sus servicios públicos municipales".
El operativo municipal estuvo conformado por CECOP, Policía Local, Bomberos, Protección Civil, Tussam, Movilidad, Emasesa, Lipasam y Gerencia de Urbanismo y Medio Ambiente, y se coordinó con la Subdelegación del Gobierno en Sevilla (Dirección General de Tráfico, Policía Nacional y Guardia Civil) y con la Junta de Andalucía (Emergencias 061 y Sociedad Estadio de La Cartuja, responsable esta última de los accesos al interior del recinto y de la organización del concierto), así como con el Parque Científico y Tecnológico Cartuja y el Círculo de Empresarios de Cartuja.
Este, fue adaptándose durante la tarde, tratando de adecuarse a la llegada de vehículos particulares y de personas a pie o en autobús. "Esa afluencia de vehículos fue escalonada a lo largo de la tarde, si bien hubo momentos de alta concentración hacia los aparcamientos que se habían habilitado y, asimismo, para después dar salida a los miles de coches que los habían colmatado", ha explicado.
De hecho, en función de la afluencia de personas a pie, los autobuses de Tussam (30 de las líneas C1 y C2 tras su refuerzo) pudieron entrar hasta el interior de la Isla de a Cartuja, a fin de dejar a los viajeros lo más cerca posible del estadio. Fue el mayor dispositivo de Tussam para un concierto. En el regreso el cambio de parada implementado en esta ocasión agilizó la salida y evitó bloqueos. La llegada fue escalonada y en la salida estuvieron disponibles más de 30 autobuses con 120 plazas cada uno, según han informado desde el Consistorio en un comunicado.
Por su parte, tras las gestiones realizadas desde el Ayuntamiento y a tenor de las reservas previas que se habían realizado, finalmente el Cercanías de Renfe habilitado especialmente para la ocasión hasta la Parada Estadio Olímpico tuvo dos trenes de ida y tres de vuelta. Fueron más de 3.600 plazas, "y esta incorporación del Cercanías fue un éxito".
En cuanto a los taxis, la flota de 2.000 vehículos estuvo liberada para el concierto, y para ellos se habilitó una zona de estacionamiento específica ubicada en Américo Vespucio. Para los VTC contratados previamente según establece la normativa se fijó Marie Curie como zona de recogida. La oferta de aparcamientos, gestionada y ordenada por la propia Sociedad Estadio La Cartuja, rozó las 9.000 plazas con acceso y salida a través de la Avenida Carlos III.
Dada la gran afluencia de vehículos y personas a pie también el plan de movilidad diseñó como líneas básicas el corte a partir de las 16.00 horas y hasta pasadas las 02.00 horas de la madrugada de la salida 21 desde el Puente del Alamillo, el Puente de la Barqueta y la Pasarela al objeto de desviar el desvío del tráfico hacia la Avenida de Carlos III, donde se habilitó el punto de acceso en coche a las zonas de estacionamientos y el último punto de circulación de vehículos.
Desde el Ayuntamiento recuerdan que en ningún momento se restringió el acceso para trabajadores de Cartuja, manteniéndose para ello los accesos desde Triana, trabajadores y huéspedes del Hotel Barceló o asistentes y equipos de la función representada en el Teatro Central.
La decisión del plan de movilidad de cortar el acceso a través de los puentes de Barqueta y Pasarela a la Cartuja, así como el desvío del Alamillo, evitó problemas de circulación en la Ronda histórica-Paseo Colón-Torneo, puesto que los coches accedieron principalmente a través de Carlos III. Asimismo, en la salida esto permitió una mayor seguridad puesto que la salida de los vehículos fue a través de Carlos III mientras que los peatones pudieron desplazarse sin coincidir con los coches por los puentes.
Emasesa dispuso dos puntos de avituallamiento de agua para prevenir golpes de calor por las elevadas temperaturas, Bomberos refrescó con agua el ambiente en entrada al estadio para quienes hacían cola y Protección Civil instaló carpas para atender los primeros auxilios para personas que sufrieran desmayos por el calor. Por último, Lipasam estableció un operativo de limpieza en los alrededores del Estadio, especialmente intenso tras el final del concierto y una vez despejado de personas el entorno, y en otras zonas de concentración de asistentes al mismo.
