SEVILLA, 24 Jun. (EUROPA PRESS) -
El plan anual de Endesa en Andalucía de tala y poda de masa forestal y protección medioambiental supondrá una inversión de más de 10,2 millones de euros este año con el objeto de minimizar cualquier riesgo derivado de la proximidad de árboles y especies vegetales a las instalaciones eléctricas.
Para ello, se vienen llevando a cabo tareas de limpieza y cuidado de vegetación junto a la red eléctrica y termografías y revisiones exhaustivas de todas las instalaciones, según una nota de Endesa.
Del total de los más de 66.000 kilómetros de líneas eléctricas que Endesa tiene en Andalucía tanto en alta como en media tensión, una parte importante de ellas transcurren por áreas forestales y están, por tanto, sujetas a estas actuaciones que se llevan a cabo todos los años, en coordinación con la Consejería de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio de la Junta de Andalucía, así como con otras administraciones competentes, siguiendo los criterios marcados y contando, además, con la colaboración de otros agentes relacionados con el cuidado de entornos ambientales naturales.
La especial orografía de los bosques, como elemento vivo, que crece y cambia constantemente, hace que la compañía --consciente de las dimensiones de su red-- destine importantes recursos para proteger los espacios forestales. Así, y dentro de lo que se denomina como Plan Verano, Endesa lleva a cabo la revisión anual de las líneas eléctricas para comprobar el correcto estado de todos sus elementos y garantizar la mejor calidad de servicio y una óptima protección medioambiental.
Aún más, una de las labores esenciales derivadas de esta programación de prevención es la tala y poda selectiva de la masa forestal que crece próxima a las líneas eléctricas, respetando el espacio estipulado por la administración entre la vegetación y los cables más cercanos, a la vez que se abren calles y cortafuegos perimetrales.
TERMOGRAFÍAS Y UTILIZACIÓN DE DRONES
Dentro de los programas de mantenimiento de las líneas eléctricas, y como medida preventiva, la compañía realiza revisiones termográficas de la red eléctrica de alta y media tensión, así como otras infraestructuras de relevancia, tales como las subestaciones y el entorno sobre el que están emplazadas.
La termografía consiste en sobrevolar las líneas eléctricas con un helicóptero dotado de una cámara de rayos infrarrojos, sistema que permite detectar variaciones de temperatura y/o desajustes en cables y elementos asociados imposibles de detectar a simple vista que pueden indicar un mal funcionamiento o deterioro debido a la acción de efectos adversos, principalmente meteorológicos.
En caso de detectar alguna anomalía se activa el proceso de reparación y/o sustitución de elementos, lo que minimiza las posibilidades de futuras incidencias o averías que supondrían interrupciones de suministro.
Las revisiones termográficas se realizan también a pie de línea y en los propios parques de transformación de las subestaciones.
Todo ello viene realizándose adaptando la más avanzada tecnología que facilite y mejore estas tareas de prevención; así, Endesa está incorporando el uso de los denominados drones (robots no tripulados que sobrevuelan las instalaciones) para comprobar el estado de la red eléctrica.
Estos dispositivos, de entre dos y cuatro kilos y poco menos de un metro de envergadura desplegados, están equipados con cámaras de alta resolución estabilizadas giroscópicamente que permiten captar imágenes de las líneas, especialmente en puntos de difícil acceso, y sin tener que interrumpir el servicio a los clientes.
Se caracterizan, así, por su agilidad a la vez que alta estabilidad, lo que facilita grabaciones de alta calidad. Esto redunda, además, en la continuidad del servicio eléctrico porque se realiza con las líneas en tensión y en seguridad de las personas ya que evita que los técnicos deban ascender a los apoyos para las revisiones.
Los drones son utilizados, además, para verificar la anchura de corredores y pasillos de seguridad que se encuentran a los lados y bajo las líneas y en la actualidad se están diseñando modelos que puedan incorporar también pequeñas cámaras termográficas que permitan las medidas de temperatura.
Todas estas medidas se complementan, además, con la puesta en común que realiza Endesa con la Consejería de Medio Ambiente de la información cartográfica actualizada de la red eléctrica de transporte y distribución en el territorio. Al mismo tiempo, la compañía tiene activado un protocolo de actuación e intercambio de información entre la Administración regional y el Centro de Control de Red para realizar el corte de suministro en aquellas líneas eléctricas que nos solicitasen y facilitar las tareas de extinción en caso de producirse algún siniestro.
En este sentido, y ampliando la colaboración al ámbito nacional, Endesa acaba de firmar un acuerdo con la Unidad Militar de Emergencias (UME) para fomentar el intercambio de información, experiencia y conocimientos e impulsar la colaboración en situaciones de emergencia. El acuerdo de afiliación a la Red Nacional de Emergencias (Renem) fija las condiciones para actuar de forma coordinada en la planificación, preparación y respuesta ante situaciones de riesgo.
La Red Nacional de Emergencias (Renem) es un Sistema de Sistemas de Información y Telecomunicaciones que permite intercambiar e integrar información de alertas y coordinar a los diferentes organismos responsables de la gestión de emergencias, tanto de la Administración General del Estado, como de las Comunidades Autónomas y de las empresas privadas a cargo de infraestructuras críticas, como es el caso de la red eléctrica. Esta red permite intercambiar información relevante, facilitar la toma de decisiones y sincronizar las acciones de todos los actores civiles y militares participantes en la gestión de catástrofes.
