Floristas andaluces prevén que la crisis no afecte al nivel de ventas ante la festividad de Todos los Santos

Europa Press Andalucía
Actualizado: viernes, 30 octubre 2009 18:03

SEVILLA 30 Oct. (EUROPA PRESS) -

Los floristas andaluces esperan mantener el tipo ante la crisis, al menos en la festividad de Todos los Santos, al prever que el nivel de ventas para este fin de semana será similar al del pasado año, hecho que ayudará a compensar los meses más bajos.

En declaraciones a Europa Press, la presidenta de la Federación Andaluza de Floristas y Plantas, María Castillo, señaló que este tipo de fiestas tradicionales como es la que se celebrará este puente festivo --Todos los Santos y Día de los Difuntos-- "se siguen guardando", lo que hace que la gente siga acercándose hasta las floristerías para encargar ramos y comprar flores.

De esta manera, señaló que las flores más demandadas son las "más tradicionales" como los claveles y las margaritas, costumbre que no variará hasta que "haya un relevo generacional".

Ante los puntos de venta ilegales que se instalan en las calles ante este tipo de festividades, los floristas andaluces esperan que "las autoridades competentes estén alerte y les libren de este problema".

Según datos de COAG en Andalucía, las ventas para Todos los Santos pueden llegar a suponer en torno al 20 por ciento de las ventas de todo el año y se recauda algo más del 25 por ciento de los ingresos.

Asimismo, la organización agraria señaló que en los últimos años, el sector de la flor cortada ha asistido a una "drástica" reducción de superficie, pasando de las más de 800 hectáreas de media que había hasta 2006 a menos de 500 en 2007. Actualmente, Andalucía cuenta con unas 350 hectáreas de flor cortada, situadas principalmente en Cádiz (Costa Noroeste) y Sevilla (Bajo Guadalquivir).

Las especies más cultivadas siguen siendo el miniclavel, el clavel y, en menor medida, el crisantemo, el lillium y la paniculata, entre otras. La producción andaluza en 2008 fue de aproximadamente 400 millones de tallos, lo que supone que se mantiene la tendencia descendente de los últimos años, ya que en 2002 se produjeron más de 1.400 millones de tallos.

El descenso de la superficie y la incidencia de las altas temperaturas en las zonas productoras han provocado que en algunas de las variedades más demandadas la oferta disponible no haya sido suficiente, lo que ha dado lugar a un aumento de las importaciones, sobre todo de clavel procedente de países como Colombia.

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