Los habitantes del poblado chabolista de Tablada alertan de sus "fatales" condiciones de vida y reclaman ayuda

Un pacto entre los clanes rivales motivó que las familias desistieran de una nueva ocupación de sus antiguas viviendas

Europa Press Andalucía
Actualizado: lunes, 15 junio 2009 16:22

SEVILLA, 15 Jun. (EUROPA PRESS) -

Los habitantes del poblado chabolista instalado entre el puente de la Juan Carlos I y el puente de hierro que conecta San Juan de Aznalfarache con Sevilla, asentamiento creado por familias del Polígono Sur que abandonaron la zona tras el tiroteo en el que murió un menor de 17 años víctima de una bala perdida, advirtieron hoy de que sus condiciones de vida son "fatales" tras los dos últimos intentos de ocupación de sus antiguas viviendas, lamentando que "nadie" perteneciente a las administraciones públicas preste apoyo en el campamento.

Una de las habitantes del poblado explicó a Europa Press que tras los hechos acontecidos ayer, cuando buena parte de las familias instaladas en el asentamiento ocuparon las viviendas que antiguamente moraban en el Polígono Sur pese a tratarse de pisos precintados por la Consejería de Vivienda y Ordenación del Territorio, "todas" estas familias han regresado al poblado chabolista merced al "pacto" sellado entre los dos clanes gitanos en liza; el clan al que pertenecía el joven fallecido por una bala perdida y este colectivo que por temor a represalias huyó del Polígono Sur.

"No ha habido problemas, no ha pasado nada", dijo esta mujer del clan instalado a orillas del cauce vivo del río Guadalquivir, quien no obstante advirtió de que las condiciones de vida del poblado son "fatales" debido a las altas temperaturas y la ausencia de suministro de agua potable, electricidad o cualquier servicio público al tratarse de suelos no urbanizados. "No lo soportamos más", dijo señalando que estas familias "aguantamos el tirón como podemos", habitando jaimas, precarias construcciones de madera y láminas de plástico y furgonetas habilitadas como rudimentarias caravanas.

Al respecto, esta persona criticó que pese a las duras condiciones de vida del asentamiento, "nadie" perteneciente a las administraciones públicas haya prestado atención al colectivo de chabolistas en los últimos días, toda vez que hace más de una semana un equipo de técnicos de la Delegación provincial de la Consejería de Salud visitó el poblado para redactar un informe sanitario sobre estas familias que, además, mantienen consigo a numerosos menores de edad.

En cuanto a la reunión prevista para hoy con el Defensor del Pueblo Andaluz, José Chamizo, el educador social Jorge Morillo informó a Europa Press de que finalmente no ha llegado a celebrarse y recordó que según un recuento realizado por él mismo, en el asentamiento viven más de 300 personas en 62 chabolas de todo tipo.

UNA BALA PERDIDA

Varias familias arraigadas en el entorno del barrio marginal de las Tres Mil Viviendas huyeron de la zona por temor a "represalias" como consecuencia del tiroteo que el pasado 29 de marzo se saldó con la muerte de un menor de etnia gitana de 17 años en la calle José Sebastián Bandarán, donde una bala perdida alcanzó en la cabeza al menor mientras presenciaba el intercambio de disparos desde un todoterreno manejado por su propio padre.

Estas familias abandonaron el Polígono Sur prácticamente al día siguiente de que se produjera este tiroteo entre clanes de etnia gitana, si bien la muerte del menor no aconteció hasta días más tarde en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) del hospital Virgen del Rocío a consecuencia de las lesiones craneoencefálicas derivadas del impacto de bala. Se da la circunstancia de que uno de los clanes que habría participado en el tiroteo, actualmente investigado por el Grupo de Homicidios del Cuerpo Nacional de Policía, está formado por algunas de las personas que aterrizaron en el Polígono Sur tras el desmantelamiento del asentamiento chabolista de Los Bermejales.

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