SEVILLA, 17 Feb. (EUROPA PRESS) -
La Delegación de Movilidad del Ayuntamiento de Sevilla garantizó hoy la "flexibilidad" del sistema del Plan de Ordenación Viaria del Casco Antiguo y Protección de la Zona Monumental --destinado a entrar en vigor en septiembre con sanciones de hasta 90 euros por circular más de 45 minutos por el centro--, señalando que si se produce alguna incidencia que pueda justificar una demora --como por ejemplo una manifestación o una avería grave en los suministros de agua-- se procederá a la anulación de control de la entrada correspondiente para que el criterio sancionador quede sin efecto.
En declaraciones a los periodistas con motivo de la inauguración de las III Jornadas Técnicas de Aussa, el concejal de Movilidad, Francisco Fernández (PSOE), subrayó que lo que se pretende con esta iniciativa es "buscar una solución para todos" en un centro "que a pesar de lo que algunos insisten no está blindado, sino que es accesible para todos".
Cuestionado por el hecho de que la restricción temporal de circulación a 45 minutos no estaba contemplada en el texto inicial de la ordenanza de peatones y ciclistas, Fernández recordó que dicha normativa establece un nivel de "regulación" del acceso y uso del viario del centro. Por ello, "si es necesario que quede mejor especificado de cara a una modificación, lo haremos sin soberbia, de forma humilde".
En este sentido, y respecto a la impugnación anunciada por la Confederación Empresarial de Sevilla (CES), expuso que esta medida es "un derecho jurisdiccional", si bien recordó que la ordenanza está correctamente aprobada desde el punto de vista municipal, así como ratificada por el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA). "Si hay una consideración en contrario no me corresponde el papel de juez, sino a la Justicia, si al final se recurre a ella", sentenció.
"Una persona tiene que ser consciente de que tiene ese tiempo para la gestión, y si no, que vaya a un aparcamiento subterráneo en las inmediaciones del lugar de gestión, tal y como ocurre en toda Europa y en ciudades españolas como Málaga y Granada", dijo el edil de Movilidad.
POSIBLES AVISOS DE PLAZAS DE PARKINGS
Asimismo, Fernández señaló en relación al orden de las medidas adoptadas --los agentes sociales critican la regulación sin que antes se fomente el transporte público o se construyan más aparcamientos-- que "la vida se hace de forma cotidiana y si esperamos a que se produzca la situación idílica no habrá ningún movimiento", ya que, añadió, el parque móvil de la ciudad se sigue incrementando "en progresión absolutamente geométrica" y el viario "no se ensancha".
Por último, el concejal de Movilidad confirmó que se está trabajando para que los aparcamientos puedan avisar mediante algún tipo de cartelería de qué plazas dispone a lo largo del día.
Fernández asistió junto al subdelegado del Gobierno en Sevilla, Faustino Valdés, y el gerente de Aussa, José Carlos Cabaleiro --que aseguró que no se prevén problemas en lo tocante a la reducción del personal de la empresa por la supresión de zona azul en el centro por el nuevo plan, pues los efectivos serían reasignados en sus labores--, al acto de inauguración, que presidió el alcalde, el socialista Alfredo Sánchez Monteseirín.
"NO ES UNA FÓRMULA MÁGICA"
En su alocución, Monteseirín recalcó que, si bien hace años "podíamos permitirnos el lujo de no intervenir demasiado en el tráfico", eso "no es posible hoy en día", ya que cada jornada circulan por calles de escasa capacidad en el centro hasta 110.000 vehículos a motor, lo que provoca congestión, "una realidad en las grandes ciudades, especialmente en aquellas con un casco histórico grande".
La intervención "no es una fórmula mágica ni una ocurrencia", sino que el Plan General de Ordenación Urbanística (PGOU) prevé elementos, como el sentido único o los pasos soterrados, "que parecen de Perogrullo pero no lo son tanto". Por ello, respecto a la nueva ordenación viaria en el centro, el regidor hispalense aseguró que abrirá un proceso de diálogo con los agentes sociales "porque no queremos otra calle Baños en ningún punto de la ciudad, con aparcamientos céntricos que tengan un efecto llamada".
"Hay oferta por encima de la demanda en aparcamientos, y lo que hay que cambiar es la inexistencia de la cultura de pagar por aparcar", indicó Monteseirín, que añadió que la medida "no se aplica por capricho, sino por la necesidad de evitar que el centro se convierta en un infierno".