SEVILLA 14 Ago. (EUROPA PRESS) -
La Delegación de Convivencia y Seguridad del Ayuntamiento de Sevilla, dirigida por el concejal socialista Alfonso Mir, ha implementado hoy un dispositivo municipal coordinado de control y desmantelamiento de los núcleos chabolistas establecidos ilegalmente en la ciudad, que en el caso del asentamiento de San Jerónimo --de cuyo rebrote alertaron recientemente los vecinos-- se ha saldado con 23 identificaciones y la retirada de 2.800 kilogramos de basura.
En concreto, según los datos facilitados a Europa Press, el dispositivo, que ha contado con la presencia de los servicios de la empresa municipal de limpieza (Lipasam), Policía Local y el Cecop Social, ha centrado su actuación en la calle José Galán Merino, concentrada en tres puntos.
En el primer tramo (José Galán Merino-Huevo de Colón) fueron identificadas dos personas de nacionalidad española, a los que se les informó de los recursos municipales existentes. En el segundo (José Galán Merino-Monasterio de San Jerónimo) se identificó a 15 personas, todas ellas de nacionalidad rumana, a las que se también les informó de los recursos municipales.
Por último, en el tercer punto (José Galán Merino-Glorieta de las Juventudes Musicales) fueron identificadas seis personas --dos españoles, tres marroquiés y un nigeriano--. En este punto se localizó a una menor de edad, que junto con agentes de la Policía Local y Cecop Social fue acompañada a su domicilio, donde la madre se hizo cargo de la misma.
Desde Convivencia y Seguridad se indicó que con la de hoy son dos las actuaciones que se han llevado a cabo esta semana en este punto, continuando las labores para la semana que viene en la misma zona.
La portavoz de la asociación de vecinos San Jerónimo-Alamillo, Lourdes Moreno, explicó en su día a Europa Press que estos asentamientos están diseminados por los solares abandonados del barrio en grupos de dos o tres chabolas y tiendas de campaña que se alzan incluso junto a las instalaciones del Centro de Recursos Empresariales Avanzados (CREA), además de en la ribera del Guadalquivir y las antiguas cocheras de Renfe.
Aunque reconoció que los grupos que habitan estos poblados "no se meten con nadie", advirtió de la invasión de varios locales comerciales propiedad de la empresa municipal de la vivienda de Sevilla (Emvisesa) y de la proliferación de "robos, suciedad y ratas", lo que deteriora el entorno en el que crecen los hijos de estos vecinos.