La UPO se suma al Día de Acción de los TAC - UPO
SEVILLA, 2 Jun. (EUROPA PRESS) -
El Día Mundial de Acción por los Trastornos Alimentarios ('World Eating Disorders Action Day', por su siglas en inglés) se celebra este miércoles, desde hace seis años, con el objetivo de informar, concienciar y visibilizar una enfermedad que cada día está más presente, sobre todo entre la juventud. Es un movimiento internacional promovido por médicos, profesionales de la salud, asociaciones y personas afectadas por estos trastornos y sus familias.
La Organización Mundial de la Salud define los trastornos de conducta
alimentaria (TCA) como alteraciones alimentarias asociadas a una gran preocupación por la figura y el peso corporales, que generan conductas nocivas en la alimentación que deterioran significativamente la salud y el desarrollo integral del individuo que los padece, explica la UPO en una nota de prensa.
En este sentido, son más frecuentes en mujeres (9 de cada 10 casos), y se estima que un 21 por ciento de las mujeres y un 15 por ciento de los varones universitarios está en riesgo de sufrir un TCA. Estos trastornos aparecen cada vez a edades más tempranas; en los últimos cuatro años se ha constatado un incremento de un 15 por ciento en menores de 12 años.
Por este motivo, la Universidad Pablo de Olavide, a través del Vicerrectorado de Campus Saludable y Deporte y del Vicerrectorado de Estudiantes, y en colaboración con la Asociación TCA Andalucía, impulsarán a partir del próximo curso acciones para acercar la realidad de esta enfermedad a la comunidad universitaria. De forma muy especial, y con un objetivo
preventivo, se desarrollarán talleres y campañas informativas con estudiantes y menores de las Escuelas Deportivas.
El Día Mundial de Acción por los Trastornos de la Conducta Alimentaria nace con el fin de promover la intervención temprana ante esta enfermedad, así como un enfoque multidisciplinar en la investigación y los medios para
su tratamiento. Entre sus fines está también la concienciación de que la enfermedad es tratable a cualquier edad, de la importancia del apoyo familiar para la recuperación de los pacientes más jóvenes y de garantizar soluciones inclusivas y equitativas para toda la población en la lucha contra los trastornos alimentarios.