Revilla pide a Rajoy una reunión urgente

Revilla en el acto institucional por el Día de Cantabria
GOBIERNO
Actualizado: domingo, 9 agosto 2015 15:52

CABEZÓN DE LA SAL, 9 Ago. (EUROPA PRESS) -

El presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla, ha solicitado al presidente del Estado, Mariano Rajoy, que le reciba "urgentemente" para hablar de la financiación del Hospital Universitario Marqués de Valdecilla, el tren de altas prestaciones entre Santander y Madrid y el proyecto de Presupuestos Generales del Estado (PGE) para 2016.

Revilla ha dado a conocer este domingo que ha enviado una carta a Rajoy, que "la tiene en la mesa", para instarle a mantener esa reunión y lo ha hecho durante su discurso en el acto institucional por el Día de Cantabria, que se celebra en Cabezón de la Sal.

Ha indicado que "es normal" que, al cambiar los presidentes autonómicos tras las elecciones, estos sean recibidos tanto por el presidente del Estado como por el Rey. "El Rey ya me ha recibido pero Rajoy no", ha añadido Revilla que, si bien, ha señalado que éste no se ha reunido con ninguno de los nuevos presidentes regionales y él ha estado "esperando prudencialmente" hasta ahora.

Revilla ha indicado que quiere hablar con Rajoy de los PGE para 2016, que han supuesto una nueva "vuelta de tuerca" para Cantabria, que recibe 205 millones cuando, en 2001, recibía 238. "El gasto del Estado se ha duplicado y nosotros a menos", ha lamentado.

El presidente también ha criticado que esas cuentas no contemplen "los dos compromisos firmados por el Gobierno de España con Cantabria" como son el pago íntegro de las obras de Valdecilla y comunicar la comunidad con la Meseta con alta velocidad.

Sobre el hospital Valdecilla, el presidente de Cantabria ha reiterado su "sorpresa" porque el Gobierno del Estado no haya incluido en el proyecto de los PGE la partida de 28 millones de euros "prometida". "Ya no llega", ha apostillado.

A su juicio, "esa partida se cayó el 24 de mayo a las 10 de la noche" cuando, ha dicho, "la voluntad de los ciudadanos" impulsó un gobierno regional de coalición PRC-PSOE en la Comunidad Autónoma y "un señor bajo y con bigote iba a volver a ser presidente de Cantabria". "Pero yo no me voy a callar, lo prometido se cumple y, como no llegue el dinero para Valdecilla, va a ser gorda", ha advertido Revilla.

También ha asegurado que reivindicará a Rajoy que "licite ya" un tren de altas prestaciones que una Cantabria con Madrid, ya que el AVE "prometido", ha lamentado, el Estado dice ahora que "no es rentable". "No es rentable ahora que ya están todos hechos y sólo quedamos nosotros. Somos los últimos", ha denunciado.

"Pedimos un tren para hacer 440 kilómetros en tres horas, un tren decente", ha espetado el presidente regional, que ha enfatizado que Cantabria reclama esta infraestructura, "un trenuco" lo ha llamado, principalmente para que el Puerto de Santander "no se muera".

Un puerto cuyo futuro, ha asegura, depende de esa conexión ferroviaria porque, si no, "no podrá competir" con ninguna de las instalaciones portuarias de su entorno, en la cornisa Cantábrica.

"Por qué tenemos el castigo en esta tierra de no tener unas comunicaciones como los demás", se ha preguntado el presidente, que ha recordado que Cantabria fue la última comunidad en estar comunicada por una autovía "con el centro" del país y ahora va a ser la última en tener un tren de altas prestaciones.

Un tren que, además, ha recordado que el propio Mariano Rajoy prometió iniciar "inmediatamente" cuando accedió al Gobierno, una promesa que hizo a través de una carta escrita al presidente del PP regional Ignacio Diego.

"No pedimos nada que no tengan los demás, no pedimos nada que no esté firmado y prometido. Pedimos un trenuco de tres horas a Madrid", ha insistido el presidente regional, que ha concluido diciendo: "Ese tren tiene que empezarse y que no nos cuenten que no es rentable".

Algo que ha justificado preguntando "si es rentable tener en Polaciones --su municipio natal-- un colegio para nueve niños, cada uno de un pueblo y que el taxi los coge por la mañana y les dan de comer". "¿Es rentable?. No. Pero ¿es necesario?. Sí", ha apostillado cosechando aplausos de muchos de los presentes.

JUSTICIA NO GARANTISTA

Por otro lado, y en clave nacional, Revilla también ha criticado la justicia actual, en la que los magistrados del Consejo General del Poder Judicial y del Tribunal Constitucional son elegidos por los poderes político, lo que hace que "no sean garantía para los ciudadanos que corrija las tropelías que podamos cometer los que estamos en el poder ejecutivo y legislativo".

"Jueces que se nombran en comidas o en cenas en función del parentesco con el partido que los nombra, no es justicia y yo voy a seguir reclamando", ha avisado, al tiempo que ha ensalzado que esto que él piensa también lo hace "la mayoría de los ciudadanos".

También ha criticado que la justicia es "lenta y no acaba de llevar a los culpables a la cárcel", lo que hace que "a veces dé la impresión de que el poder quiere que sea lenta ya que no le da medios para investigar". "Parece que se quiere que sea simplemente un recuerdo televisivo y que luego la gente siga disfrutando después de haber ocasionado agujeros de millones de euros", ha dicho.

"Esto tiene que acabarse. La justicia si no es rápida no es justicia", ha destacado el presidente cántabro, que también ha expresado su "preocupación" por la corrupción en España "no se pague" y que "ser corrupto en España sea barato" debido a que la dilación de los procesos hace que "nunca aparezca lo robado".

En este sentido, ha considerado que, ante esa situación, "más de un corrupto potencial se apuntaría perfectamente a estar tres o cuatro años en la cárcel" con tal de "disfrutar luego de lo robado".

Al respecto, también se ha referido a los paraísos fiscales, que continúan "bajo el patrocinio de los grandes poderes políticos". "Cómo es posible que se consienta que haya 57 paraísos fiscales con el 30% del dinero del mundo, donde están la mayoría de las empresas españolas porque así no tributan y no pagan", se ha preguntado.

Así, ha indicado que sólo el Papa Francisco, con "su mínimo" poder ejecutivo, ha puesto el "dedo en la llaga" de esos paraísos fiscales.

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