Gestas del deporte: El día que hincó la rodilla la NBA

Shawn Marion y Paul Pierce, decepcionados en el banquillo durante la derrota ante Argentina en el Mundial de 2002
Shawn Marion y Paul Pierce, decepcionados en el banquillo durante la derrota ante Argentina en el Mundial de 2002 - GETTY IMAGES
Publicado: martes, 21 abril 2020 15:31

   MADRID, 21 Abr. (EUROPA PRESS) -

   El Mundial de Baloncesto que acogió la estadounidense Indianápolis en 2002 pasará a la historia como la confirmación de que la distancia del resto del baloncesto internacional con la todopoderosa NBA se había reducido y que ya no era una quimera batir a un combinado formado por jugadores de la liga de Estados Unidos. Y el honor de endosarle su primera derrota fue para Argentina y su 'generación dorada'

   Barcelona'92 supuso la primera gran cita que permitió que Estados Unidos pudiese enviar a sus jugadores profesionales a competir, ya que antes lo hacía con universitarios. Así nació el 'Dream Team', nombre que se vincula a un equipo de ensueño que conformaron sus grandes estrellas del momento liderados por Michael Jordan, 'Magic' Johnson, Larry Bird o Patrick Ewing, entre otros, y que apabulló.

   Cuatro años después repitió exhibición en Atlanta con otro potente elenco de estrellas como Shaquille O'Neal, Grant Hill y Hakeem Olajuwon, y supervivientes del 92 (Pippen, Barkley, Stockton, Malone y Robinson), pero en Sydney 2000 se llevó su primer gran susto cuando el lituano Jasikevicius tuvo un triple en semifinales para la victoria (85-83). En la final, Francia sólo perdió de 10 (85-75).

   Los americanos necesitaban ya a sus grandes estrellas para mantener a raya la 'rebelión', pero estos no encontraban la motivación para ir a campeonatos como el Mundial, ni siquiera siendo en casa como era el de 2002. Allí se presentó con Andre Miller, Paul Pierce, Jermaine O'Neal, Elton Brand, Michael Finley, Shawn Marion, Reggie Miller, Baron Davis, Antonio Davis y Ben Wallace, dirigidos por George Karl, pero ni siquiera les dio para pelear por el podio.

   Los anfitriones fueron ganando sin problemas sus partidos hasta el 4 de septiembre. Allí les esperaba en su último duelo de la segunda fase la Argentina que empezaba a emerger como un rival de mucho nivel y carácter gracias a figuras como Ginóbili, Scola, Oberto o Nocioni.

   En juego estaba la primera plaza del grupo y los argentinos decidieron aprovechar el momento. "El que nos puso en la cabeza que podíamos ganar fue Magnano (seleccionador). En la charla previa nos mirábamos y pensábamos que estaba loco. Nos dijo que nadie venía a sacarse fotos, que nadie iba a jugar como si fuera una exhibición", señala Leo Gutiérrez en el libro 'Dorados y Eternos', que rememora los logros de la 'Generación Dorada'.

   Y el combinado sudamericano se lo creyó desde el salto inicial. Arrolló sin contemplaciones a los de George Karl con un demoledor 34-21 en el primer cuarto que dejó cariacontecido al público, escaso, del Conseco FieldHouse. Con un baloncesto alegre y repleto de fundamentos colectivos, Argentina además supo tirar de defensa para controlar a los americanos que al descanso se veían abajo como antes nunca habían estado (53-37).

LA NBA NO RECUPERÓ EL MANDO HASTA 2008

   Karl debió de apretar las tuercas a los suyos en los vestuarios y las estrellas NBA salieron con su intensidad física, su mejor arma. Su rival comenzó a sufrir por primera vez, pero fue inteligente y logró mantener una ventaja óptima para afrontar los diez últimos minutos (60-68).

   La tendencia del partido parecía favorecer a los locales, pero ante sí tenía a un combinado que sabía que tenía la ocasión de pasar a la historia. No la dejó pasar. El 'Dream Team' nunca le pudo inquietar en el marcador y eso le llevó a más nerviosismo y finalmente a hincar la rodilla por 87-80.

   El golpe propiciado por la 'Generación Dorada' fue tal que un día después la talentosa Yugoslavia también derrotó a los de George Karl, condenados a pelear por quedar quintos. Ni siquiera, la España de los 'juniors de oro' tampoco les permitió ese 'honor' al imponerse por 81-75 liderados por Navarro (26) y Pau Gasol (19).

   Los complejos se acabaron y el resto del mundo se dio cuenta de que se podía batir a los NBA, sobre todo si estos no llevaban a sus mejores piezas. En los Juegos de Atenas de 2004 sí fueron muchas de ellas (LeBron, Duncan, Anthony, Marbury, Wade o Iverson), pero el único premio fue el bronce, con tres derrotas (Puerto Rico y Lituania les ganaron en la fase de grupos y Argentina repitió su gesta en las semifinales). El Mundial de 2006 fue adverso igualmente con nuevo bronce y Grecia uniéndose a la nómina de equipos que batían a las estrellas estadounidenses. Tras recuperar su dominio a partir de ahí, el verano pasado en el Mundial, Francia les volvió a recordar que hay más baloncesto en el mundo.