El PSOE negocia con PP y CiU aumentar los préstamos para evitar la quiebra de las autopistas

Autopista A 68
EP
Actualizado: jueves, 4 noviembre 2010 15:34


MADRID, 4 Nov. (EUROPA PRESS) -

El PSOE negocia con PP y CiU un paquete de enmiendas parciales a los Presupuestos Generales del Estado para 2011 para elevar el volumen de los préstamos participativos que se concederán a algunas concesiones de autopistas para evitar el riesgo de quiebra respecto a los 650 millones ya previstos.

La negociación incluye además el desarrollo de un mecanismo similar para compensar a las autopistas radiales de Madrid por la caída de recaudación por tráfico.

Según adelantaron a Europa Press en fuentes socialistas, el eventual acuerdo no se cerrará hasta el debate en Pleno del dictamen sobre el proyecto de ley, que se celebrará entre el 16 y el 17 de noviembre, ya que el Ministerio de Fomento está trabajando en perfilar una articulación de estas medidas que no vulnere la legislación europea sobre ayudas de Estado.

Por este motivo, durante el debate en Comisión, el PSOE, con el apoyo del PNV, ha 'tumbado' las enmiendas presentadas por la oposición, y en particular las de CiU, a este respecto, si bien los nacionalistas catalanes las mantendrán vivas para el debate ante el Pleno de dentro de dos semanas.

Según los socialistas, la propuesta de la federación catalana, que pide la constitución de un fondo para compensar a las concesionarias cuando el tráfico caiga por debajo del 80% de sus previsiones, afectaría además al déficit público, por lo que no puede aceptarse en sus términos iniciales.

Sin embargo, el PSOE está convencido de que "habrá acuerdo" y que en éste participará el PP, diseñando un sistema que, previsiblemente, se costee con cargo a deuda pública para que no tengan un impacto presupuestario directo, al igual que ocurre con los préstamos participativos ya existentes y cuya cuantía se plantea ahora mejorar.

Y es que sólo los socialistas han presentado enmiendas para elevar la cantidad consignada en el texto original de los Presupuestos para estos préstamos, modificaciones que ya fueron incorporadas la pasada semana al texto en la Ponencia.

AUMENTAR EL ENDEUDAMIENTO.

De esta forma, aumentaron en 115 millones de euros los préstamos a sociedades concesionarias de autopistas de peaje por sobrecostes de las expropiaciones, y en 180 millones de euros los dirigidos a las de autovías de primera generación por obras adicionales del conocido como 'Plan Renove'.

Para financiar esta partida, la enmienda socialista autoriza a la ministra de Economía y Hacienda, Elena Salgado, para que incremente la deuda del Estado el próximo año con un límite de 43.609,15 millones de euros, en lugar de los 43.297,65 millones de euros que figuraban en el proyecto original.

De esta forma, las concesionarias recibirían 295 millones más de lo previsto en el proyecto de ley original, que reservaba 135 millones para las autopistas de peaje y 220 millones para las autovías, con lo que el total alcanzará en 2011 los 650 millones de euros, frente a los 355 millones de euros previstos inicialmente. Al financiarse por deuda pública, estas cuantías no tendrán impacto presupuestario directo.

Sin embargo, las constructoras reclaman que la dotación alcance al menos los 900 millones de euros y se destine también a todas las autopistas de peaje y no sólo a las que han realizado expropiaciones, cuestiones que el PSOE negocia y seguirá negociando con PP y CiU en los próximos días.

SÓLO 200 MILLONES EN 2010, DE 460 PREVISTOS.

Durante la tramitación de los Presupuestos de 2010, el PSOE ya pactó PP y CiU destinar 460 millones en préstamos participativos a estas concesionarias, si bien hasta ahora sólo se han autorizado 200 millones. Según los socialistas, este resultado no se debe achacar al Gobierno, sino a que pocas concesionarias han solicitado acogerse a ellos cumpliendo los requisitos exigidos para su concesión.

En cualquier caso, los socialistas son "muy conscientes" de la necesidad de solucionar la situación de algunas concesionarias, ya que el impacto de una hipotética quiebra de una autopista no sólo afectaría a las constructoras que participan en ella, muchas de las cuales tienen una fuerte presencia en el exterior, sino que perjudicarían a la propia imagen de España en los mercados internacionales.