Urbanizadores ven "absurdo" que se limite el crecimiento de los municipios

SEVILLA 12 Nov. (EUROPA PRESS) -

El presidente de la Federación Española de Urbanizadores, Ricardo Arranz, consideró hoy que la fijación de límites al crecimiento urbanístico como los del Plan de Ordenación del Territorio de Andalucía (POTA) --que propone "no admitir los crecimientos que supongan incrementos de suelo urbanizable superiores al 40 por ciento del suelo urbano existente ni incrementos de población superiores al 30 por ciento en ocho años"-- constituyen una "generalización absurda".

En declaraciones a Europa Press, Arraz calificó de "muy positiva" cualquier iniciativa pública encaminada a establecer un "crecimiento sostenible", si bien advirtió que habrá municipios cuyo desarrollo urbanístico esté "más agotado" y otros que presenten "más posibilidades" de crecimiento.

En este sentido, sostuvo que "el legislador está actuando como con la Ley de Costas", cuando, en su opinión, "sería más interesante" analizar las necesidades de cada municipio, porque habrá algunos que "puedan crecer por encima del 40 por ciento y otros que no puedan más de un 20 por ciento". "Sería absurdo pensar que unos por otros deben sufrir una falta de desarrollo", agregó.

Tras subrayar que "estamos dando las mismas vueltas de timón que otras veces", defendió que los planes subregionales de ordenación territorial (POT) "quieren imponer cinturones de castidad a los municipios, a los que se había dado libertad absoluta" para desarrollar sus planes generales de ordenación urbana (PGOU).

"Ahora nos encontramos con un cinturón que no permitirá en muchos casos que los planes se desarrollen como quieren los votantes", apuntó el presidente de los urbanizadores, que señaló que, por este motivo, "ya hay una rebelión en contra de ese cinturón de alcaldes de todos los colores políticos", tanto en la costa como en el interior de la región.

Además, lamentó que se pretenda introducir estas modificaciones en el POTA sin consensuarlas con el sector y advirtió de que "tendrán unas consecuencias enormes" en un sector que, a su juicio, ya se encuentra en crisis. "No sólo no se crece, sino que no se vende lo que se ha construido", indicó, antes de incidir en que "el número de licencias o proyectos visados en los últimos dos años está bajo mínimos".

En este sentido, valoró que se pretenda introducir "correcciones de cara a un boom inmobiliario", pero recalcó que "el futuro va por potenciar el desarrollo, porque nos vamos a encontrar con una crisis", lo que repercutirá en la creación de riqueza y empleo.