MADRID, 28 Nov. (EUROPA PRESS) -
El perito propuesto por 'La Caixa' Francisco Pedro Vargas ratificó hoy durante el juicio oral del caso Gescartera el contenido del informe que cifra en 10,52 millones de euros la salida de fondos de la agencia de valores depositados en la entidad. 'La Caixa' está personada como responsable civil subsidiaria en el escándalo financiero que se saldó con desfase patrimonial de 50,2 millones de euros, según el informe del fiscal.
Vargas corroboró los dos informes aportados por la entidad y defendió las operaciones y transacciones monetarias "perfectamente formalizadas" que tramitó 'La Caixa' "bajo las órdenes" de Gescartera o de su operador en el mercado Caja Madrid Bolsa durante los años 1998 y 2001, última etapa de la agencia de valores.
Según el experto, el destino indeterminado de los 10,52 millones de euros se repartió supuestamente entre operaciones en bolsa, sociedades del grupo Gescartera Holding, pagos a clientes o pagos a terceros, cuestión que quedaba fuera del conocimiento de la entidad. Los documentos aportados están basados en los informes periciales elaborados por el Banco de España y la Agencia Tributaria.
Las cifras aportadas por Vargas del paso de los fondos de los clientes por las cuentas de 'La Caixa' arrojan un saldo neto negativo de las inversiones en bolsa de 2,2 millones de euros, otro de 14,6 en relación con los grupos o personas del grupo Gescartera y 3,1 millones de saldo neto negativo de destino desconocido. El único saldo neto positivo son 9,4 millones de euros de ingresos a clientes.
OPERATIVA EN 'LA CAIXA'.
La operativa de Gescartera en 'La Caixa' estaba formada por una cuenta domiciliada en la sucursal de la calle Serrano de Madrid a nombre de Caja Madrid Bolsa, personada como responsable civil subsidiario, y dos cuentas depositadas a nombre de Gescartera en la sucursal de la entidad de Majadahonda (Madrid). "Ninguna persona tenía cuenta abierta como cliente de Gescartera", apuntó.
Según explicó el perito, el informe analiza 74 transferencias realizadas en las dos direcciones a través de dichas cuentas entre las que hubo un flujo de "cantidades elevadas sin desglose" destinadas a nutrir los fondos con los que se operaba en bolsa. "Entre ambos se cruzaban la documentación necesaria para la asignación de las cantidades a los clientes", afirmó.
Por su parte, el fiscal mantiene en su escrito de acusación que las cuentas individualizadas de clientes estaban en Caja Madrid Bolsa y carecían de poderes notariales para su apertura en contradicción con lo dispuesto en la Orden de 7 de octubre de 1.999. Desde éstas se trasferían los fondos a la cuenta global de Caja Madrid Bolsa SVB en la sucursal de Serrano desde la que se enviaban los fondos a las cuentas que Gescartera había aperturado en Majadahonda, bajo las órdenes de los responsables de la agencia de valores.
