Alemania acoge con satisfacción el acuerdo entre Rusia y Bielorrusia sobre el tránsito de petróleo

Actualizado: jueves, 11 enero 2007 12:52


BERLIN, 11 Ene. (EUROPA PRESS) -

El ministro alemán de Asuntos Exteriores, Frank Walter Steinmeier, acogió hoy positivamente la noticia de la reanudación del suministro de petróleo del oleoducto ruso Druzhba a través de Bielorrusia hasta Europa occidental, y mostró su satisfacción por que las conversaciones entre ambos países hayan llevado a esta solución.

"Celebro que nuestra llamada a alcanzar una solución rápida y constructiva en este conflicto sobre el tránsito del crudo haya sido escuchada en Moscú", dijo hoy Steinmeier.

"Con estos hechos de fondo, ahora queremos entrar en un diálogo con Rusia que nos permita colocar nuestras futuras relaciones energéticas sobre unas bases duraderas y responsables", añadió el máximo dirigente de la diplomacia alemana.

El pasado martes, durante un encuentro en Berlín, la canciller alemana, Angela Merkel, y el Presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, condenaron duramente la interrupción del suministro de petróleo ruso a Europa por parte de Bielorrusia.

Merkel aseguró que pese a que Rusia siempre se ha comportado como un socio "estratégico y fiable", la falta de información sobre el incidente con la república ex soviética "destruye la confianza" que depositan los europeos en ese país.

Además de ello, la canciller alemana calificó de "inaceptable" el hecho de que no haya consultas o diálogo en torno a este asunto y exigió la existencia de mayor regulación en temas energéticos.

Moscú y Minsk han alcanzado por fin un compromiso de acuerdo sobre el tránsito de crudo ruso por Bielorrusia, después de que el presidente ruso, Vladimir Putin, y su homólogo bielorruso, Alexander Lukashenko, mantuvieran una conversación telefónica sobre este asunto.

El lunes de esta semana Bielorrusia había interrumpió el suministro de crudo ruso a Polonia, Alemania y Ucrania a través del oleoducto de Druzhba, debido a su enfrentamiento energético con Rusia.

El conflicto del crudo, que comenzó apenas unos días después de que Moscú y Minsk alcanzaran un acuerdo sobre el precio de venta del gas, comenzó con la imposición por parte de Rusia de un impuesto a sus exportaciones de petróleo. El Ejecutivo de Putin argumentó que los gravámenes anteriores eran muy bajos y provocaban un coste a las arcas rusas de más de 3.000 millones de euros al año.

Bielorrusia reaccionó poco después con la creación de un nuevo impuesto al tránsito de petróleo ruso por su país.