El gasoducto Medgaz está cumpliendo los plazos previstos, según el regulador
MADRID, 12 Dic. (EUROPA PRESS) -
La Comisión Nacional de la Energía (CNE) considera que los retrasos en el desarrollo de almacenamientos subterráneos de gas suponen el aspecto más preocupante de los actuales planes de desarrollo de infraestructuras energéticas, ya que este tipo de proyecto es "esencial" para dotar al sistema de flexibilidad y permitirle responder a la fuerte demanda.
En su último informe semestral de seguimiento de las infraestructuras, el regulador recuerda que el mercado español importa casi en la totalidad el gas que consume, de modo que los almacenamientos subterrénos son fundamentales para el sistema.
El organismo presidido por María Teresa Costa advierte además de que hasta el primer trimestre de 2010, a juzgar por la información recibida, no habrá ningún incremento de la capacidad de almacenamiento subterráneo, dados los "significativos retrasos".
Esta circunstancia "podría calificarse como el dato más preocupante de este informe", en el que se repasa el desarrollo de todas las infraestructuras tanto gasistas como eléctricas en el país. Junto a esto, advierte de que no sólo es "grave" la escasez de almacenamientos, sino también la escasa capacidad de transporte de gas.
De la misma forma se pronuncia acerca de los tanques de gas natural licuado (GNL), en cuya construcción ve retrasos, por lo que pide "la mayor celeridad posible" en su desarrollo. Esta escasez provoca "menores reservas operativas" y una mayor exposición del sistema a imprevistos, dados los menores días de almacenamiento en relación a la demanda.
Por otro lado, el informe recoge que el segundo gasoducto entre España y Argelia, Medgaz, se está construyendo dentro de los plazos previstos y entrará en operaciones comerciales a mediados de 2009.
En todo caso, la disponibilidad de este gasoducto dependerá de la entrada en operaciones de la estación de compresión de Chinchilla, que no empezará a funcionar hasta 2010, así como de los gasoductos Lorca-Chinchilla y Lorca-Almería, que llevan dos meses de retraso.
ALMACENAMIENTOS SUBTERRÁNEOS.
En cuanto a los almacenamientos subterráneos, el de Castor, que contempla una inversión de 925 millones, aún no ha iniciado la fase de trámite de información pública. Esta infraestructura submarina lleva once meses de retraso y es de las más polémicas, dado el rechazo que ha generado en el litoral entre Castellón y Tarragona.
Otros almacenamientos subterráneos son los de Marismas --más de tres años de retraso en su segunda fase--, Poseidón y Reus. Su puesta en marcha permitirá dotar al sistema de capacidad para responder a picos de consumo y variaciones en los precios del gas relacionados con la disponibilidad del producto.
En cuanto a los ciclos combinados, para 2008 estaba prevista la puesta en marcha de siete grupos, cada uno de cerca de 400 megavatios (MW), aunque los promotores informan de retrasos de un año en tres de ellos, y de dos años en otros dos.
Para 2009 hay 34 grupos previstos, de los cuales sólo tres cumplen con la fecha de programada de puesta en servicio. Del resto, los retrasos oscilan entre los dos meses y casi tres años.
