Solbes cree que las conclusiones refuerzan la tesis de que el Gobierno debe actuar para garantizar el suministro pero Piebalgs dice que no afecta a la OPA sobre Endesa
BRUSELAS, 30 Ene. (EUROPA PRESS) -
El informe encargado por la Comisión Europea sobre el gran apagón que el 4 de noviembre de 2006 dejó sin electricidad a más de 15 millones de hogares en toda la UE atribuye toda la responsabilidad a E.ON Netz, la gestora de red del gigante alemán. El comisario de Energía, Andris Piebalgs, recalcó no obstante que ese "error" no disminuye la "fiabilidad" de E.ON y no tiene que afectar a la oferta pública de adquisición sobre Endesa.
El apagón se originó en el norte de Alemania, en la zona de control de E.ON Netz. Una línea de alta tensión fue desconectada para permitir el paso de un barco, lo que provocó una sobrecarga de las líneas y su partición en tres zonas (oeste, este y sudeste) de la red de la UE para la coordinación del transporte de electricidad.
La potencia eléctrica era insuficiente en la zona oeste y excesiva en la este. Para paliar el déficit eléctrico del oeste se interrumpió el suministro en los países afectados. Francia fue el país que sufrió el mayor impacto (5 millones de hogares), seguida de Alemania (varios millones de afectados), Bélgica, Países Bajos, Italia y España (centenares de miles).
El informe de la Comisión, realizado por la asociación europea de coordinadores de transporte de electricidad (UTCE, en sus siglas en inglés), señala que hay tres causas principales que provocaron el apagón, y de todas es responsable E.ON. En primer lugar, E.ON Netz no aplicó el procedimiento de seguridad y ni siquiera poseía todos los instrumentos técnicos para verificar que la red se estaba explotando de manera totalmente segura.
En segundo lugar, E.ON no informó de sus acciones al resto de gestores europeos de red, lo que agravó el apagón. Finalmente, el estudio constata una insuficiencia de inversiones en la red, tanto por lo que se refiere a su explotación como a la fiabilidad. Otros problemas están relacionados con las conexiones y desconexiones en caso de perturbación.
ARGUMENTOS DE SOLBES.
El vicepresidente del Gobierno y ministro de Economía y Hacienda, Pedro Solbes, indicó, al ser preguntado por el informe, que el apagón de noviembre "es uno de esos ejemplos que uno puede pensar que son importantes en términos de seguridad de abastecimiento" y que la cuestión es cuál es la "competencia" que debe quedar en manos de los Estados miembros para garantizar esta seguridad de abastecimiento.
Solbes explicó que es precisamente esta "discrepancia" entre el Gobierno y el Ejecutivo comunitario sobre las medidas que puede adoptar España para garantizar la seguridad de suministro la que está provocando la cascada de expedientes de Bruselas por las condiciones impuestas a E.ON para adquirir Endesa. Bruselas abrirá mañana un nuevo expediente por los requisitos del ministerio de Industria del pasado 3 de noviembre y el vicepresidente anticipó que tendrá que ser el Tribunal de Justicia de la UE el que resuelva la situación.
Por su parte, el comisario de Energía recalcó que los propios directivos de E.ON "reconocieron que cometieron un error" y "pagarán por él" si las personas afectadas por el apagón presentan de mandas. No obstante, insistió en que las conclusiones del informe no cuestionan que la eléctrica alemana "es una empresa bien establecida" ni tampoco su "fiabilidad". "Eso no tiene nada que ver", arguyó.
A juicio de Piebalgs, la investigación del apagón tampoco debería tener ningún impacto sobre la fusión con Endesa ni tampoco contra los expedientes que la Comisión ha abierto contra España, puesto que Bruselas debe garantizar que los Estados respeten al pie de la letra la legislación comunitaria. "Su propuesta de fusión con Endesa no tiene nada que ver con este apagón, sería muy artificial relacionar las dos cosas", recalcó Piebalgs.
ACTUACIÓN COMÚN.
El Ejecutivo comunitario cree en cambio que las causas del apagón confirman su análisis favorable a una actuación común en la UE para garantizar la seguridad de suministro eléctrico. Bruselas ve urgente acelerar la adopción de normas "comunes, esenciales y obligatorias" para la seguridad de las redes.
También aboga por reforzar la coordinación entre los gestores de las redes de transporte para garantizar una gestión eficaz y en tiempo real de la red europea. Para ello, insiste en su tesis de separación de propiedad entre la producción y distribución eléctrica y la gestión de las redes, porque sólo así podrá pasarse progresivamente a una gestión regional de la red.
Finalmente, la Comisión recuerda la necesidad de mejorar las inversiones en la red europea para garantizar su fiabilidad y construir un mercado europeo auténticamente competitivo. En este sentido, reclama que el plan de interconexiones prioritarias se lleve a cabo lo antes posible.
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