Economía/Energía.- El Real Instituto Elcano destaca la seguridad energética que aportan las plantas de regasificación

Actualizado: lunes, 15 octubre 2007 19:14

GIJÓN, 15 Oct. (EUROPA PRESS) -

El director del Programa de Energía del Real Instituto Elcano, Paul Isbell, auguró hoy un aumento "bastante significativo" de la demanda de gas, que en los próximos 25 años será de entre el 50 ó el 100%. Por ello, frente a la concentración de las reservas de gas en pocos países "no estables" comercial o políticamente, apostó por evitar crear una alarma "muy exagerada" ante el riesgo de un corte en el suministro.

Asimismo, señaló que instalaciones como la regasificadora de El Musel darán mayor seguridad energética a España, donde el gas licuado se impone al traído en gasoducto.

Para Isbell, quien participó hoy en una reunión del Real Instituto Elcano en la sede de Jove de la Autoridad Portuaria de Gijón, España es de los pocos países donde la importación de gas licuado supone dos tercios del total, mientras que el resto viene a través de gaseoductos.

Este modelo de mercado es el que, a su juicio, deben seguir en el futuro otros países, donde tan sólo el 25 por ciento del gas comercial es licuado. "Si el mundo va cada vez más al gas licuado podría romper el sector geopolítico que algunos productores mantienen", vaticinó en rueda de prensa. También alertó de la falta de inversiones para satisfacer la demanda

Asimismo, explicó que actualmente más del 75 por ciento del gas procede de Rusia y el Golfo Pérsico, donde mencionó a Irán, Arabia Saudí, Qatar y otros Emiratos más pequeños. Estos países no son "estables" si se tiene en cuenta, a su juicio, el comportamiento comercial y político de la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico).

Respecto a este problema, indicó que existen dos escuelas de pensamiento, la que lo ve como una "amenaza" a la seguridad energética por la concentración de reservas en países "más agresivos", con demostraciones como la de Rusia cuando cortó el suministro de gas a Ucrania, y, por otro lado, otra escuela que piensa que, pese a existir riesgo, se exagera la amenaza y se transmite pánico, en especial a través de los medios de comunicación, aunque existan sólo muy pocos casos de recortes energéticos en la historia reciente.

Para esta última escuela, cuyos planteamientos coinciden más con los mantenidos en el encuentro de hoy del Real Instituto Elcano, cuando hay disputas entre países productores y consumidores de energía, éstas se basan más en un asunto comercial, al que luego se añade el componente geopolítico. Esta segunda escuela, que es vista por la primera como de "liberal" y que no sabe poner a la energía en el lugar que debe como bien estratégico, considera que se "sobrevalora el componente político".

En este debate entra a jugar un papel importante el gas licuado, ya que permite "más flexibilidad comercial" y evita depender en exclusiva de unos pocos países. La demanda de gas conllevará que el licuado, sin llegar a ser el predominante, cobrará importancia y se aumentará su consumo.

No obstante, advirtió que, más allá del riesgo en el corte del suministro, de aquí a los próximos 15 o 20 años no habrá inversiones suficientes en elementos que van desde la producción de la energía al consumo, por lo que abogó por estimular los niveles de inversiones para garantizar el ritmo actual de crecimiento de la demanda.

Isbell aseguró que la demanda es "muy alta" para poder satisfacerla y que en los países productores se va cada vez más a acaparar terreno en estas industrias, hacer mayor control, aumentar su beneficio, subir los impuestos a empresas extranjeras o a ponerles restricciones en favor de empresas nacionales.

También aludió a la insistencia de la Unión Europea de separar la producción y generación de energía de la distribución y comercialización, y la posibilidad de que esto mine la capacidad de inversión futura de las empresas.

En cuanto al panorama energético español, indicó que el gas licuado tiene ya más peso que las energías renovables, donde éstas sólo suponen un 10 por ciento. No obstante, indicó que la UE obligará que de aquí a 2020 este porcentaje se eleve al 20 por ciento, por lo que se igualarán su importancia con el gas licuado.