Cree que la sociedad no podría asumir los recortes de un rescate a España y dice que volver a la peseta sería un "devastador tsunami"
SAN SEBASTIÁN, 6 Nov. (EUROPA PRESS) -
El presidente de Kutxabank, Mario Fernández, ha reclamado "estabilidad" en el marco normativo regulatorio del sistema financiero español, para que pueda fluir el crédito entre las pymes, ya que si se para la refinanciación del circulante se "ahoga" al 60 por ciento de las pequeñas y medianas empresas.
En un desayuno de trabajo con más de un centenar de empresarios guipuzcoanos, celebrado en un hotel de San Sebastián bajo la organización de Adegi, Fernández ha ofrecido una ponencia sobre los 'Retos del sistema financiero', tras la cual se ha sometido a las preguntas de algunos de los presentes.
Durante el acto, en el que también ha tomado parte su presidente, Peio Guibelalde, el presidente de Kutxabank ha incidido en la necesidad de que el sistema financiero español, sometido a "una continua sucesión de modificaciones", cuente con "estabilidad" regulatoria. "Necesitamos un marco estable, no podemos estar constantemente sometidos a cambios en provisiones", ha sostenido.
Fernández ha considerado "clave" la "estabilidad" en el marco normativo de regulación de la financiación de pymes, a las que se destina entre el 80 y 90 por ciento de los créditos que reciben diariamente Kutxabank, ya que si se detuviera "nos cargamos el 60 por ciento de las pequeñas y medianas empresas".
A su juicio, este tipo de argumentaciones a la hora de restringir el crédito puede sonar "a excusa de mal pagador" para los empresarios, pero es "absolutamente la realidad". "Necesitamos reglas claras", ha incidido.
En este sentido, ha dicho que Kutxabank estima que si a las empresas "modernas" se les ayuda, un 80 por ciento "sobreviven" pero, de lo contrario, se "ahogan". Además, ha sostenido que no se puede "estar en la duda de si la refinanciación de pymes debe exigir, desde el momento inicial, alguna suerte de provisión" como, a su juicio, se está planteando.
Para el presidente del banco vasco, en este contexto, una entidad no puede asumir el riesgo de que tres años después de conceder un crédito "algún listo en Europa" le diga que determinado aval de un Gobierno "no sirve". "Que se diga A o B, pero que no cambie cada tres meses", ha reclamado.
Además, ha descartado una reducción de tipos a las empresas españolas que se financian en el mercado exterior, por lo que "es vital saber a qué jugamos". "No puede ser que chutemos y al día siguiente nos digan que jugamos a baloncesto", ha ironizado.
Al respecto, Guibelalde ha urgido a que el sistema financiero arbitre los mecanismos y medidas "necesarios para que fluya el crédito" a las empresas, porque la falta de financiación de su circulante las "condena a la inactividad y al cierre".
RESCATE
Por otro lado, en cuanto al rescate del sistema financiero Fernández ha señalado que no se puede dar el mismo tratamiento a las entidades financieras que han recibido dinero público y a las que no lo han percibido, como es el caso de Kutxabank.
Sobre un hipotético rescate del país ha opinado que le resulta un escenario "más verosímil" que la vuelta a la peseta, pero se ha mostrado convencido de que la sociedad española "no está en condiciones de asumir los recortes que deberían darse" en ese escenario.
Además, ha mostrado su "preocupación" ante el "devastador tsunami" que podría suponer que un país como España, cuyo "mayor problema es el endeudamiento público y privado", tuviese que devolver en pesetas "devaluadas" los dólares o euros que debe.
PREVISIONES
En cuanto a las previsiones del Fondo Monetario Internacional (FMI) para los próximos años, Fernández ha señalado que "ni le tranquilizan, ni le intranquilizan", porque los economistas "últimamente predicen mejor el pasado que el futuro y el Bando central es un ejemplo de libro". Además, ha pronosticado que la recesión continuará en 2014.
A su juicio, para hacer frente a esta situación se debe cambiar la política económica europea, porque con "el ajuste por el ajuste" no sabría "poner tope final" a la recesión. No obstante, se ha mostrado "muy escéptico" en torno a una posible reforma del sistema, al menos hasta que se celebren las elecciones alemanas del próximo año.
"La pertenencia a la Unión Europea tiene muchas ventajas, pero últimamente muchos inconvenientes", ha señalado. En este contexto ha reflexionado sobre el "problema" del euro, consistente, a su juicio, en un Banco Central Europeo, "con funciones limitadas" y dedicado "exclusivamente a la inflación", pero sin una reserva federal, como en EE.UU.
Según Fernández, en Europa en realidad no existe una moneda única y, como ejemplo, ha citado los diferentes costes financieros existentes para un empresario guipuzcoano y otro alemán que compiten en el mismo mercado. "Dudo mucho que alguien se preocupe de corregir esta disfunción", ha apuntado. También ha criticado que se plantee que los presupuestos de los estados miembro sean aprobados por unos "burócratas" de la UE que "no ha elegido nadie".
Por otro lado, ha criticado las políticas de recortes, porque "conducen a un círculo vicioso", y ha asegurado que es "imposible crecer sólo con una política de ajustes". Ha manifestado que ahora a Alemania le toca "incentivar el crecimiento" y "devolver lo que ha recibido de los países periféricos", porque mientras lo que impera es el criterio de política económica de que los alemanes "trabajan para que otros se dediquen a la fiesta y a la siesta", no cambiará nada.
