MADRID, 30 Oct. (EUROPA PRESS) -
La agencia de calificación crediticia Moody's ha mantenido la perspectiva del sistema bancario de Portugal en negativa, donde permanece sin cambios desde 2008, ya que la situación económica que atraviesa el país seguirá afectando a las entidades y la necesidad de elevar provisiones reducirá su rentabilidad.
"Un desempleo persistentemente alto y una demanda interna moderada continuarán afectando negativamente al comportamiento de los bancos, al mismo tiempo que un mayor deterioro de la calidad de los activos y la consecuente necesidad de incrementar las provisiones limitarán aún más una rentabilidad ya débil", explica la agencia en un informe.
En concreto, Moody's afirma que el entorno operativo de los bancos portugueses seguirá siendo complicado en los próximos 12-18 meses y las débiles perspectivas de crecimiento continuarán limitando el volumen de negocio de los bancos, la generación de ingresos y la calidad de sus activos.
Así, la demanda doméstica, el principal motor del comportamiento de los bancos en la economía portuguesa, sigue siendo "muy moderada" debido al elevado desempleo, al desapalancamiento en marcha del sector privado y a la caída de los ingresos disponibles de los hogares.
En su opinión, el débil entorno operativo provocará un nuevo deterioro de la calidad de los activos con una mayor morosidad en el crédito, que está más ligado a la evolución del ciclo económico. Además, cree que el alto paro y el descenso de los ingresos disponibles ejercerán presión en el préstamo hipotecario, disminuyendo su resistencia.
Por su parte, sus bases de capital se debilitarán aún más debido al deterioro de la calidad de los activos y a una muy débil rentabilidad, invirtiendo la tendencia de 2012 que fue impulsada por unos umbrales reglamentarios más estrictos y un apoyo significativo del sector público. Estas presiones sobre el capital se mitigarán en parte por sus programas en marcha de despalancamiento.
Por último, la agencia de calificación espera que sus beneficios se mantengan "muy débiles" en los próximos 18 meses, ya que muchas entidades están registrando pérdidas.
