Economía/Fiscal.- Hacienda estudia modificar la fiscalidad de los vehículos contaminantes pero descarta nuevos impuestos

Actualizado: martes, 14 noviembre 2006 14:55

MADRID, 14 Nov. (EUROPA PRESS) -

El Gobierno está estudiando la posibilidad de adaptar el impuesto sobre matriculación y la de otras figuras tributarias que afecten a los vehículos de tracción mecánica para que la carga fiscal sea mayor en aquellos transportes más contaminantes y menor en los más respetuosos con el medioambiente.

Así se desprende de las palabras del secretario de Estado de Hacienda y Presupuestos, Carlos Ocaña, que en un desayuno organizado por el 'Foro Cinco Días' aseguró que la intención del Gobierno de avanzar hacia una fiscalidad medioambiental no pasa por crear nuevos tributos sino por adaptar la estructura de los ya existentes.

"De cara a un futuro cercano, vamos a empezar a introducir en el discurso una reflexión sobre los impuestos medioambientales, pero no se trata de crear nuevos tributos sino de mejorar los que ya existen", precisó.

En cualquier caso, Ocaña subrayó que todavía no se tomado una decisión sobre en qué línea se actuará y qué impuestos adquirirán ese 'corte' medioambiental, aunque citó como una posibilidad la de modificar los tributos sobre el transporte.

Sobre el plazo en el que se acometerán estas posibles modificaciones para caminar hacia una fiscalidad 'más verde', Ocaña recordó que el Grupo Socialista ha aceptado una enmienda en el Congreso a los Presupuestos Generales del Estado en la que se compromete a adoptar elementos de fiscalidad medioambiental en 2007. "No hay una idea (sobre plazos) pero, por como son los trámites legales, esto requeriría cerca de un año", apuntó.

En su opinión, a largo plazo, quizá a quince años vista, la cesta de impuestos dará un peso mucho mayor a los impuestos medioambientales, un camino en el que dijo que hay que ser "cuidadosos" para no crear distorsiones entre España y sus socios europeos. "No podemos separarnos de nuestros socios", insistió.

Ocaña también indicó que en 2007 habrá que acometer la segunda reforma del Impuesto sobre Sociedades, ésta de carácter mucho más técnico que la primera. En este caso, indicó, se trataría de adaptar las normas internacionales de contabibilidad (NIC) al impuesto, pero siempre teniendo como objetivo la neutralidad.

En cuanto a la reforma del IRPF que ha puesto en marcha el Gobierno, el secretario de Estado aseguró que el Ejecutivo ha tenido un "cuidado exquisito" a la hora de diseñar la reforma para asegurar que "no haya perdedores", de tal manera que los cambios en el impuesto beneficiarán "al 99,5% de los contribuyentes". El Reglamento del nuevo IRPF estará listo a principios de 2007, según avanzó Ocaña.

CAMBIOS EN LA FINANCIACIÓN AUTONÓMICA.

Por otro lado, Ocaña también se refirió a la reforma del sistema de financiación autonómica, cuyas líneas generales se trazarán en un documento que podría estar listo a finales de año para su posterior discusión con las comunidades autónomas.

El secretario de Estado indicó al respecto que España casi se ha convertido en un país "federal" con el alto grado de descentralización del gasto que existe en la actualidad, pero que no es correspondido por el lado de los ingresos. Este "divorcio", como él mismo lo calificó, "no es bueno" y por eso el Gobierno quiere limitarlo adoptando un sistema de financiación más flexible y que refleje mejor los cambios de población.

Según explicó Ocaña, existen varias líneas de actuación en esta reforma. Por un lado, aumentar la participación de las CC.AA. en impuestos como el IVA o el IRPF, y por otro, cederles más competencias normativas en determinados tributos, como los impuestos especiales o la tasa minorista del IVA.

Respecto a ese último punto, Ocaña indicó que lleva tiempo sobre la mesa y que en otros países donde existen impuestos minoristas el funcionamiento ha ido bien y no ha provocado fracturas en el mercado. No obstante, precisó que no es un proyecto inmediato y que requeriría negociaciones con la UE.

También dentro de la reforma de la financiación autonómica y en vista del mandato del Estatuto catalán de que existan instrumentos de coordinación entre el Estado y las comunidades autónomas, el Gobierno baraja varias posibilidades.

En primer lugar, reforzar los mecanismos actuales, como los comités. En segundo lugar, adoptar la fórmula del consorcio, que se aplicaría sobre determinados tributos, como el IRPF. Y en tercer lugar, el modelo de administración única, sistema que el Gobierno ve con peores ojos dados "sus dudosos resultados" y sus costes.

"Queremos avanzar en los instrumentos que ahora tenemos, sin descartar el planteamiento del consorcio. Pero todo lo que se haga debe ser para mejorar el servicio al contribuyente, garantizando la neutralidad y la caja única", subrayó.

Respecto a cuándo podría estar lista esta reforma, Ocaña señaló que el plazo necesario para reformar la LOFCA requiere "cierto tiempo y tranquilidad política" que en época de elecciones puede no darse. "El Gobierno tendrá un planteamiento en esta legislatura", concluyó.