Gravará la producción termonuclear de electricidad y las emisiones causadas por vuelos comerciales
BARCELONA, 11 Feb. (EUROPA PRESS) -
El Gobierno catalán ha aprobado este martes el proyecto de ley para crear tres nuevos impuestos ambientales que, según sus cálculos, permitirán a la Generalitat recaudar 50 millones de euros anuales al tiempo que se cumplen las recomendaciones de la UE sobre fiscalidad ambiental.
El Ejecutivo catalán gravará las emisiones contaminantes que produce la aviación comercial en las fases de despegue y aterrizaje, el posible daño medioambiental derivado de la producción termonuclear de energía eléctrica y la emisión de determinados contaminantes generados en varias instalaciones industriales y de combustión.
En rueda de prensa tras el Consell Executiu, el conseller de la Presidencia y portavoz del Govern, Francesc Homs, ha defendido que el objetivo de los tres gravámenes es más seguir los consejos de la UE que no un afán recaudatorio: "Es una cuestión de modelo de país, de si queremos un país comprometido con el medio ambiente".
El Ejecutivo catalán prevé que los nuevos impuestos puedan estar aprobados por el Parlament antes de seis meses para que puedan entrar en vigor en julio antes de las vacaciones de verano, por lo que en 2014 la recaudación sería menor de la prevista en el proyecto de ley.
SIN EFECTOS SOBRE EL CONSUMIDOR
Aunque todavía debe debatirse, el impuesto sobre las emisiones de los vuelos comerciales durante las fases de aterrizaje, rodaje y despegue se aplicaría solo en zonas de protección especial por la contaminación, lo que, según Homs, ahora afectaría solo al Aeropuerto de El Prat en Barcelona.
En el caso de la producción termonuclear de electricidad, el Govern prevé gravar el "eventual daño en el medioambiente" que pueda derivar de esta actividad, lo que llevará al Ejecutivo catalán a dejar de aplicar el gravamen de protección civil a las centrales nucleares para evitar una doble imposición.
Según los cálculos del Govern, el impuesto sobre la producción termonuclear de electricidad generará 43,2 millones de euros anuales para las arcas de la Generalitat, y 3,9 millones el que gravará los vuelos comerciales, y Homs ha asegurado que incorporarán a la ley una cláusula para evitar que supongan un recargo al cliente en las tarifas de la electricidad y en el coste de los vuelos.
El tercer tributo --con el que se prevé recaudar 2,1 millones de euros como máximo-- aspira a incentivar "conductas más respetuosas con el entorno" al gravar la emisión a la atmósfera de contaminantes generados en determinadas instalaciones industriales y de combustión como refinerías de petróleo y gas, fábricas de cemento y materiales plásticos, y explotaciones mineras.
