Reitera que no se van a subir más los grandes impuestos, aunque se muestra abierto a algunos ajustes comunitarios
MADRID, 6 Oct. (EUROPA PRESS) -
El secretario de Estado de Hacienda y Presupuestos, Carlos Ocaña, aseguró hoy que los Presupuestos que ha aprobado el Gobierno para el año 2010 aún arrastran los costes de la crisis económica, aunque empiezan a dibujar una estrategia de salida y a preparar al país para la recuperación.
"Es un Presupuesto de transición", señaló Ocaña durante su comparecencia en la Comisión de Presupuestos del Congreso de los Diputados, donde explicó que subir impuestos, recortar el gasto y seguir invirtiendo en algunas partidas forman parte de la solución a la crisis que tiene que plantear el Gobierno.
En este sentido, consideró "fundamental" que el Ejecutivo empiece a plantear una estrategia de salida porque no puede estar "simplemente esperando a que (la tormenta) escampe". Consideró esta tarea un ejercicio de "responsabilidad" por parte del Ejecutivo, ya que el Gobierno "no tiene más remedio" que tomar decisiones porque "eso es gobernar".
Ocaña tachó los Presupuestos de "austeros", y aseguró que inician la senda de reducción del déficit, aunque mantienen "buena parte" del impulso fiscal puesto en marcha el año 2009. Reconoció que han sido los Presupuestos "más difíciles" para el Ministerio de Economía, pero también los más "fáciles" porque los retos que hay que afrontar en el futuro están "claramente marcados": paliar los efectos de la crisis, cambiar el patrón de crecimiento y reequilibrar las cuentas públicas.
Recordó además que el Presupuesto incluye un ajuste fiscal con un aumento de IVA que no se aplicará hasta julio de 2010 porque, según Ocaña, el Gobierno quiere "acertar" con los tiempos y ahora "no sería razonable ni sensato" debido a la evolución de la demanda y el desempleo. "Agravaría la situación", aventuró, tras explicar que la subida se anuncia en este momento para lanzar un mensaje al exterior de que el Gobierno está comprometido con la salida de la crisis.
CAMBIOS TRIBUTARIOS.
Recordó una vez más que el Gobierno no tiene planes de subir más los grandes impuestos, como el IVA o el IRPF, aunque admitió que se podrán hacer algunas consideraciones en lo que refiere a algunas normativas comunitarias así como en la posibilidad de introducir elementos que desincentiven o incentiven ciertos comportamientos medioambientales.
En cuanto a las declaraciones el gobernador del Banco de España, Miguel Ángel Fernández Ordóñez, sobre que es mejor mantener un tipo único para gravar las rentas de capital, Ocaña aseguró a los medios de comunicación tras su intervención que la propuesta del Gobierno es la que es y la van a mantener tal y como la han presentado.
Asimismo, resaltó también la necesidad de acometer reformas estructurales en la actualidad, como la trasposición de la directiva de Servicios o la Ley de Economía sostenible, incluso aquellos cambios ligadas a la reforma del mercado laboral para atajar el problema del paro. Sobre la posibilidad de rebajar las cotizaciones sociales, aseguró que es un planteamiento que está en la mesa del diálogo social, aunque no quiso anticipar resultados.
LUCHA CONTRA EL FRAUDE FISCAL.
Finalmente, recordó que otras de las prioridades del Ejecutivo el próximo año será la persecución del fraude fiscal y aventuró que lo seguirá siendo en el futuro. "Las actuaciones de gestión tributaria por su misma naturaleza no tienen mucha publicidad, no alcanzan las primeras páginas de los periódicos, pero que no lo veamos no significa que no sean de gran importancia", subrayó.
En este sentido, recordó que uno de los objetivos en la lucha contra el fraude fiscal es intentar incidir en todas las empresas que forman parte de la economía sumergida porque el problema no es sólo de fraude fiscal, ya que también se perjudica a las empresas que cumplen la normativa, aunque rechazó de plano la posibilidad de crear una amnistía fiscal.
