MADRID, 22 Oct. (EUROPA PRESS) -
El antiguo ecónomo del Arzobispado de Valladolid Enrique Peralta, que declaró hoy como testigo en el juicio oral por el escándalo financiero de Gescartera, afirmó que "nunca" preguntó dónde estaban invertidos los 6,6 millones de euros depositados en Gescartera desde 1996 hasta 1999 porque "no le interesaba".
Peralta declaró que durante los tres años que mantuvo su inversión en la agencia de valores sólo retiró trimestralmente las cantidades generadas por los "intereses" a plazo fijo de alrededor del 10% comprometidos con Gescartera.
El ecónomo no pudo concretar la cantidad total de los intereses retirados, que tampoco se encontraban anotados en un documento donde apuntaba las cantidades que invertía en la agencia de valores y que fue mostrado por el fiscal, Vicente González Mota.
Peralta reconoció su firma en varios cheques de retirada de fondos, pero no reconoció las cantidades que allí figuraban de en torno a los 7.000 euros.
El Arzobispado de Valladolid era uno de los principales clientes de la agencia de valores, y el 30 de marzo de 1999, un año y dos meses antes de la intervención, recuperó toda su inversión.
Según explicó el testigo, ese mismo día recibió un cheque de parte de Gescartera con la cantidad total invertida y posteriormente se reunió con los inspectores de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), donde confirmó la documentación mostrada sobre sus inversiones. "Yo ya tenía el cheque en el bolsillo", afirmó.
Los inspectores de la División de Supervisión de la CNMV recibieron respuestas totalmente contradictorias por parte de Gescartera Dinero SGC y del Arzobispado.
Peralta confirmó su comunicación al organismo regulador, donde se recogían 6,4 millones de euros destinados a la inversión en títulos y 180.700 euros en una cuenta de liquidación. Por su parte, Ruiz de la Serna envió a la CNMV un fax en el que manifestaba que el cliente no había tenido cartera.
Todas estas irregularidades, así como la obstaculización de la investigación por parte de Gescartera, motivaron la preocupación de los inspectores por el desfase, que llevó a convocar la reunión del consejo de la CNMV de 16 de abril de 1999, donde supuestamente se habló por primera vez de intervenir Gescartera.
EN JET PRIVADO A PARÍS.
Durante la mañana también declaró como testigo el guardia civil retirado y asistente personal de Antonio Camacho en la última etapa de Gescartera, Fernando Lorca, que dejó al descubierto el viaje que Camacho realizó a París para asistir a la final de la Champions League de 2000, disputada entre el Real Madrid y el Valencia. Lorca explicó que fue él quien contrató el "jet privado" por alrededor de 6.000 euros para el viaje, ya que no había plazas en los vuelos regulares.
El testigo declaró que hacía "recados" por los que cobraba de Camacho entre 60 y 90 euros para gastos de "transporte", y que el propietario de Gescartera le invitaba a "comer y a tomar copas". Entre las invitaciones relató el viaje "de ocio" a Londres junto a Camacho en el que fueron de "compras" a Harrods y a "tomar copas".
Lorca negó haber visto bolsas con dinero en Gescartera, afirmó
desconocer la operatividad de la agencia de valores y explicó que era el consejo de administración quien gestionaba la actividad de la empresa.
Durante la mañana también declaró el administrador de Escuelas Cristianas Silvano Maeso, quien explicó que invirtieron en Gescartera un total de 342.000 euros entre 1997 y 2000, parte en renta fija y parte en variable, de los que recuperó 18.000 euros en 1999 a través de un talón emitido por la agencia de valores.
Maeso declaró que firmó y devolvió a la CNMV el documento de confirmación de saldos remitido en 1999, donde figuraban 7.630 euros en liquidez depositados en una cuenta de Bankinter y 158.000 euros en una cuenta de gestión de cartera.
