Gescartera.- Un inspector de la CNMV dice que en febrero de 1999 ya era partidario de intervenir

Actualizado: lunes, 15 octubre 2007 20:09


MADRID, 15 Oct. (EUROPA PRESS) -

El que fuera subdirector de supervisión de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) entre 1997 y el año 2000, Luis Peigneux, declaró hoy como testigo en el juicio oral por el escándalo financiero de Gescartera, donde aseguró que ya en febrero de 1999 era partidario de intervenir la agencia de valores al haber detectado un desfase patrimonial de 24 millones de euros a fecha de 30 de noviembre de 1998 procedentes de los fondos de los clientes.

Peigneux fue uno de los inspectores que elaboró el informe 'Borrador sujeto a cambios' bajo las órdenes del entonces director de supervisión, David Vives, y que dio lugar a la reunión extraordinaria del Consejo del organismo regulador de abril de 1999, donde consejeros como Vives y José Manuel Barberán, junto con el entonces presidente de la CNMV, Juan Fernández Armesto, se mostraron a favor de intervenir Gescartera.

El testigo, inspector en Gescartera desde el año 1995, ratificó el contenido de dicho informe "en su totalidad" y explicó que no detectaron el desfase patrimonial hasta el año 1998. A finales de dicho año y tras siete meses de inspeccionar la agencia de valores, sólo recibieron de sus responsables "mentira tras mentira" con la finalidad de "engañar" o "aplazar" la posible intervención por parte del organismo regulador.

Peigneux explicó que los responsables de Gescartera, Antonio Camacho y José María Ruiz de la Serna, enviaron a los inspectores "toda clase" de información "incoherente" durante la inspección. En primer lugar, explicaron que el dinero estaba en una cuenta el Londres, después en una sicav en Alemania de la cual enviaron un folleto 'borrador' que "no servía para nada", afirmó.

Los inspectores trataron de comprobar el saldo de los clientes sobre una muestra de 12 inversores, y el resultado de dicha comprobación fue "extraña", ya que confirmaba las cantidades invertidas, pero no las comprometidas respecto a la rentabilidad pactada y nadie mostró su "disconformidad", insinuó el testigo.

Los inspectores detectaron que Gescartera hasta julio de 1998 sólo tenía liquidación en una cuenta de Bankinter y no poseía cuentas individualizadas de clientes, tal y como exigía la CNMV. Los responsables de la agencia de valores trataron de engañar al organismo regulador presentando un certificado "atípico" de dicha cuenta, ya que sólo se reflejaban los movimientos y no los saldos.

En julio de 1999 y tras la reunión del Consejo de la CNMV en abril, donde se adoptaron medidas cautelares contra Gescartera, la inspección pasó a manos del consejero de la CNMV, Antonio Botella. El informe elaborado por Botella aceptó los tres cheques de 'La Caixa' emitidos por la sociedad Hari 2000 por valor de 24 millones de euros que presentó a Gescartera, lo que les permitió seguir captando clientes.

Según explicó el testigo, él mismo pidió el cambio de equipo de inspección a su superior Carlos Vives porque, después de siete meses de "mentiras", pensaba que Botella iba a encontrar los 24 millones de euros con "más facilidad".

El juicio oral continuará mañana con la declaración como testigos del director de inspección de Gescartera desde julio de 1999, Antonio Botella, y de su antecesor en el cargo, Carlos Vives. Por último, también declarará el inspector de la CNMV, Francisco Javier Jiménez.