Actualizado 20/02/2006 13:06

RSC.- Tribuna de Expertos: Maria Artola, Directora General de la Fundación Biodiversidad

"La conservación de la biodiversidad desde una perspectiva empresarial"


MADRID, 20 Feb. (EUROPA PRESS) -

Una de las resoluciones alcanzadas en la Cumbre Mundial sobre el Desarrollo Sostenible, organizada por Naciones Unidas en 2002 en Johannesburgo insistía en la necesidad de preservar la biodiversidad del planeta para 2010. Dos años más tarde, en 2004, se produce el lanzamiento europeo de la 'Cuenta Atrás 2010', una iniciativa de la oficina regional para Europa de la Unión Mundial para la Naturaleza (UICN) con la que se pretende implicar, no sólo a los Gobiernos europeos, sino a todos los sectores sociales y a cada uno de nosotros en la lucha por la consecución del desarrollo sostenible.

El acelerado ritmo de crecimiento económico de la sociedad actual está costando un alto tributo al Medio Ambiente debido, entre otras cosas, a la presión que sobre él ejerce el sector productivo y empresarial. La sobreexplotación de los recursos o la contaminación y degradación del entorno por la acción humana ponen en peligro la preservación de la naturaleza; pero, la otra cara de la moneda, es que este crecimiento significa también mayor oportunidad para involucrar a estas entidades en la conservación de la biodiversidad.

Según el Pacto Mundial de Naciones Unidas, la responsabilidad social corporativa supone para las empresas la implantación de valores de índole ética. En su vertiente ambiental, se trata de adquirir el compromiso de fomentar iniciativas, mantener un enfoque preventivo y favorecer tecnologías respetuosas con el Medio Ambiente.

Y, si en las últimas décadas el único objetivo del sector empresarial era cumplir la legislación, hoy ya se puede afirmar que existen numerosas iniciativas voluntarias de buenas prácticas para trabajar en su favor. De hecho, España es uno de los países europeos a la cabeza en materia de certificaciones ambientales de las empresas, lo que demuestra que se está avanzando por el camino adecuado.

Desde la Fundación Biodiversidad, del Ministerio de Medio Ambiente, nos queremos sumar a esta iniciativa. Por un lado, uno de nuestros principios es integrar lo ambiental en nuestra gestión interna, ser una entidad socialmente responsable y consecuente con el desarrollo sostenible. Para ello nos regimos por las normas del buen gobierno corporativo a través, por ejemplo, de una política de gestión racional de los recursos y de compras verdes.

Por otro lado, nuestra misión de conservación de la biodiversidad nos exige la transmisión de nuestros valores hacia el exterior. Para ello llevamos a cabo proyectos de colaboración con el mayor número de entidades posible, entre otras, cámaras de comercio, agrupaciones empresariales, sindicatos, asociaciones, etc., tratando así de tejer una red de sostenibilidad en la sociedad.

En la Fundación Biodiversidad, como gestora del Programa Operativo 'Iniciativa Empresarial y Formación Continua' para regiones españolas de Objetivo 1 y Objetivo 3 del Fondo Social Europeo (FSE), conocemos bien qué hacen las empresas en materia de Medio Ambiente.

El objetivo de este programa es formar y sensibilizar, en temas ambientales, a trabajadores de pymes y profesionales autónomos. En 2005, por ejemplo, se firmaron 46 convenios de colaboración con cámaras de comercio, agrupaciones empresariales, sindicatos, asociaciones, etc para el desarrollo de proyectos medioambientales que han llegado a más de 20.000 empresas, mientras que este año se acaban de aprobar actuaciones con un total de 57 entidades y por valor de 25 millones de euros aproximadamente.

En la Fundación Biodiversidad somos conscientes de que aún queda mucho por hacer para que todas las empresas comprendan que, tanto por una cuestión ética como de buena gestión, para mejorar sus resultados a medio y largo plazo, es esencial apostar ya por el Medio Ambiente.

Pero también sabemos que, las empresas han de tener en cuenta el entorno en el que operan y que si, en ocasiones, contribuyen a la degradación del mismo, también tienen que aportar soluciones y compatibilizar los beneficios puramente empresariales con los beneficios sociales y ambientales. Y la sostenibilidad empresarial está consiguiendo erigirse en la mejor herramienta para ponerlo en práctica.

María Artola González.

Directora General de la Fundación Biodiversidad.