Innovación y Vivenda colaborarán para recambiar los sistemas de producción y "modificar" pautas para lograr "ralentizar" el gasto
SANTIAGO DE COMPOSTELA, 12 Jul. (EUROPA PRESS) -
La Xunta de Galicia impulsará una batería de medidas para propiciar el ahorro energético en viviendas y edificaciones con el objetivo de reducir el consumo doméstico en torno a un 10 por ciento en los próximos siete años, mediante ayudas para renovar los sistemas de producción y la oferta de formación específica para los profesionales encargados de proyectarlos e instalarlos.
Para ello, el conselleiro de Innovación, Fernando Blanco y la de Vivenda, Teresa Táboas firmaron hoy un convenio de colaboración que surge con el propósito de garantizar la adaptación de la legislación gallega a las pautas establecidas en el Código Técnico de la Edificación, aprobado por el Gobierno central y que exige de la Administración autonómica la promulgación de normas "propias y complementarias".
Al respecto, Teresa Táboas recordó que los Ministerios de Industria y de Vivienda darán luz verde de forma "inminente" a una ley de calificación energética que tendrán que aplicar las comunidades y ante la que la Xunta ha previsto "mecanismos" como los comprometidos en el día de hoy.
Así, el convenio regula la preparación de los técnicos que elaboran los proyectos de vivienda y de los profesionales responsables de su instalación y establece ayudas para el recambio de los sistemas de producción de energía de los parques existentes, en principio tanto para los de promoción pública como para los de vivienda protegida.
Para la conselleira de Vivenda, estas medidas no sólo redundarán en la eficiencia energética, sino que propiciarán el ahorro económico de los consumidores, al igual que ocurrirá en el caso de los edificios de nueva construcción, para los que la ley fija que un mínimo de un 30 por ciento de la producción de agua caliente proceda a paneles solares.
SUBVENCIONES GENERALIZADAS
En este sentido, Táboas confirmó que la medida comenzará por la vivienda protegida, si bien en su intervención, el titular de Innovación recordó que también existen subvenciones no específicas para la pública, que permiten apoyar "algunas iniciativas en viviendas privadas para incentivar" el cambio de los sistemas de producción.
No obstante, Fernando Blanco admitió que primero habrá que "cuantificar hasta dónde se puede" afrontar esta posibilidad, aunque, en todo caso, se mantiene el "objetivo de reducir el aumento del consumo energético". Así, reconoció las dificultades de generar menos energía, pero añadió que en el caso de la doméstica, la Administración debe trabajar en líneas para frenar su progresivo crecimiento.
En este sentido, y pese a la dificultad de "cuantificar globalmente" la reducción que estas medidas podrían suponer, el director del Instituto Enerxético de Galicia (Inega), Xohán Ramón Doldán, explicó que la Administración pretende "modificar las pautas de consumo" para lograr una "ralentización" que aspira a lograr diez puntos porcentuales de reducción en un período de siete años.
APLICACIÓN DE LAS LEYES
Además, y en referencia al objetivo de adaptar la normativa gallega a la estatal, el conselleiro de Innovación advirtió de que "la parte más difícil de una ley es la aplicación y control", que en caso de la de eficiencia energética requiere de un "desarrollo práctico" que pasa por "formar gente en estas nuevas políticas" y priorizar "algo esencial dado el nivel de dependencia energética: incidir en los planos de ahorro y eficiencia".
Así, apostó por "adelantarse a la problemática que se pueda dar por falta de formación" y confió en que la colaboración entre su departamento y el de Vivenda permita "desbloquear esta situación y actuar en los objetivos de eficiencia y ahorro".
Por último, coincidió con Táboas en que el recambio de electrodomésticos, de calderas y de los mecanismos de producción en general "no es un gasto, sino que una inversión a medio plazo", puesto que permitirá a los usuarios rebajar sus facturas.
