CC.OO. plantea canalizar las ayudas públicas a empresas por la crisis en participaciones directas

El secretario general de CC.OO. Industria, Agustín Martín, interviene en la Comisión de Industria del Congreso
El secretario general de CC.OO. Industria, Agustín Martín, interviene en la Comisión de Industria del Congreso - CONGRESO
Publicado: viernes, 29 mayo 2020 17:30

MADRID, 29 May. (EUROPA PRESS) -

CC.OO. ha planteado este viernes en el Congreso de los Diputados la posibilidad de canalizar y potenciar las ayudas a las empresas para afrontar la crisis del coronavirus por parte de los diferentes niveles de la Administración con entradas en el capital de estas compañías.

"Esto no es bolchevismo. Lo hacen Alemania, Francia o Estados Unidos", ha argumentado su secretario general de Industria, Agustín Martín, destacando que, si en España el peso de las empresas con capital público es el 1,9% del PIB, en Alemania llega al 3,5%, en Francia el 12,3%, en Italia el 12,5% y que en países como Suecia o Finlandia esos porcentajes llegan al 25% y al 45% de su PIB, respectivamente.

Durante su comparecencia ante la Comisión de Industria, Comercio y Turismo de la Cámara Baja para dar cuenta de los efectos de la crisis del coronavirus en la Industria, Martín ha señalado que, si las facilidades dadas a empresas como Nissan o Alcoa se hubieran transformado en inversión, habría sido posible apostar por su continuidad, y ha pedido a las empresas y patronales que, a la hora de pedir ayudas y ventajas fiscales, contemplen como opción la colaboración público-privada.

En todo caso, ha subrayado que cualquier plan industrial debe ceñirse al marco europeo donde no existe ninguna multinacional industrial española pero que, aun con todo, "no pasaría nada si hubiera un buen e influyente número de directivos en ámbitos de dirección de esas multinacionales".

Ése es el caso de Airbus, firma francoalemana ahora, pero con un taller de producción en España, o de Renault, donde cree que el trabajo y los sucesivos planes industriales negociados tiene reflejo en el predominante papel de José Vicente de los Mozos, vicepresidente ejecutivo de la compañía.

DETECTAR VULNERABILIDADES Y ACOMPAÑAR EN LA TRANSFORMACIÓN

En su intervención, ha reivindicado la necesidad de contar con un Pacto por la Industria, para el cual ya existe un compromiso y un debate realizado por empresas y sindicatos, y que espera que gire en torno a un nuevo modelo energético, un refuerzo de las cualificaciones profesionales con la formación profesional y a una política industrial activa.

Para esta última tarea, ha llamado a adoptar medidas para reforzar el tamaño de las empresas, con elementos incluso de colaboración interempresarial "para generar músculo" y analizar por sectores de actividad la viabilidad y las posibilidades de cada centro, para anticiparse a la transformación de la producción y acompañar en este proceso a los centros.

En este sentido, ha señalado cómo es posible comprobar cómo una empresa corre el riesgo de desaparecer al concentrar la producción de otros centros en materiales como embragues, mientras en el extranjero preparan la producción de vehículos eléctricos.

O cómo se pueden aprovechar oportunidades de desarrollo en la industria textil, donde hay iniciativas que favorecen el reciclaje y la economía circular, para atraer plantas de producción deslocalizadas en países del entorno, como Portugal, Marruecos o Turquía.

CERRAR EN ESPAÑA, MÁS BARATO, RÁPIDO Y SENCILLO

Asimismo, ha insistido en la necesidad de actuar en la legislación laboral, pero no "como antojo", sino como "defensa de los intereses nacionales". "No miran si somos más guapos, feos o productivos. Miran la eficiencia y aquí se cepillan un expediente de empresa con 600 trabajadores, con 33 días por año, y a otra cosa, mariposa. Eso no pasa en ningún país de Europa", ha espetado.

En el caso de Tyco, ha recordado que la empresa planteó un ERE para su centro en Cataluña, el más eficiente y con mejores resultados del grupo, pero alegó que en sus estudios cerrar esa planta era "mucho más barato, sencillo y simple" que hacerlo en Alemania o Francia.

Para ello también tiene en cuenta las obligaciones que en esos países se les marca para comprometerse en el lugar donde ha desarrollado su actividad. "Aquí no se genera responsabilidad con el entorno", ha criticado, después de haber ofrecido "las condiciones más apropiadas para que se pueda implantar y generar riqueza".