BRUSELAS, 24 Ene. (EUROPA PRESS) -
La Comisión Europea declaró hoy que las ayudas que autorizó el Gobierno de Italia entre 2004 y 2005 para la compra por parte de los usuarios de decodificadores de televisión digital son ilegales, al considerar que no eran neutrales tecnológicamente y que de ellas no se beneficiaron todos los fabricantes, por lo que eran contrarias a la competencia. Por el contrario, confirmó la legalidad de las subvenciones que se aprobaron en 2006 para los mismos fines.
En un comunicado, el Ejecutivo comunitario explicó las circunstancias diferentes que concurrieron en las subvenciones por valor de 200 millones de euros que el Gobierno italiano aprobó en 2004 y 2005 para proveer a los consumidores de un codificador para poder pasar de la televisión analógica a la digital y las ayudas de 2006 y que hicieron que las primeras fueran declaradas ilegales -y, por tanto, los radiodifusores más beneficiados tendrán que devolverlas--.
Las subvenciones de 2004 y 2005 se dedicaron a la compra de decodificadores interactivos para la recepción mediante tecnología terrestre analógica o por cable que Bruselas juzgó "incompatibles" con la ley comunitaria. En concreto, especifica que "no eran neutrales en el plano tecnológico" al mismo tiempo que "obstruían la competencia porque excluían a la televisión por satélite"
Por el contrario, la Comisión estima legales las de 2006, para la compra de decodificadores interactivos equipados con interfaces de programa de aplicación abierto.
VENTAJA A DIFUSORES HISTÓRICOS
Bruselas constata que las ayudas concedidas en 2004, 2005 y 2006 por el Gobierno italiano sin notificar a la Comisión serían, en principio, contrarias a derecho, puesto que constituyen una "ventaja indirecta para los difusores históricos de televisión analógica y por cable, en la medida en que les permite aumentar su audiencia digital".
Sin embargo, ya existe un caso anterior que sentó precedente y que llevó a la Comisión a considerar que es cierto que la "intervención del Estado" a favor de la transición de la televisión analógica a la digital puede justificarse, pero siempre que sea con el fin de facilitar la adopción de decodificadores como los que se subvencionaron en Italia en 2006, que, al ser abiertos, "no orientan la elección del consumidor hacia una plataforma tecnológica particular".
La Comisión estima que el paso de una tecnología a otra puede retrasarse si se deja todo el manos de la libre competencia y por eso señala que "la intervención pública puede suponer ventajas", siempre que el Estado demuestra que "la ayuda es la más apropiada", que "se limita al mínimo necesario" y que "no obstruye indebidamente la competencia".
AYUDAS NECESARIAS Y NEUTRALES
En general, las subvenciones tienen que ser "transparentes", "necesarias", "proporcionadas" y "neutrales tecnológicamente" y la Comisión fijó una serie de indicaciones sobre las formas de apoyo estatal permitidas para el paso de la televisión analógica a la digital.
La primera de ellas es la financiación de redes de transmisión en regiones donde la cobertura televisiva no sería suficiente. Asimismo, los Gobiernos podrán ayudar a los radiodifusores de servicio público por los costes que les suponga la emisión a toda la población por medio de todo tipo de plataformas de transmisión, y a los consumidores para la compra de codificadores digitales que se ciñan a las condiciones de Bruselas.
Otros supuestos en los que estará permitida la ayuda pública son las compensaciones financieras a los radiodifusores que tengan que interrumpir la transmisión analógica antes de que expiren sus licencias.
