Economía/OPA.- Los principales grupos políticos de la Eurocámara critican la vuelta al nacionalismo económico

Actualizado: miércoles, 15 marzo 2006 14:40

Barroso arremete de nuevo contra la "retórica nacionalista" y defiende la creación de "campeones mundiales basados en Europa"


ESTRASBURGO, 15 Mar. (EUROPA PRESS) -

Los principales grupos políticos de la Eurocámara -populares, liberales, y en menor medida, los socialistas_ criticaron hoy la vuelta al nacionalismo económico en casos como la OPA de la alemana E.ON sobre Endesa, la fusión de Gaz de France con Suez para frenar a la italiana Enel, o los obstáculos que plantea Polonia a la entrada de capital extranjero en su sector bancario. Asimismo, reclamaron una política coherente de la UE en materia de energía que promueva una mayor apertura del mercado y a la vez respete las diferencias entre los Estados miembros.

El debate fue introducido por el presidente de la Comisión, José Manuel Durao Barroso, que arremetió de nuevo contra la "retórica nacionalista" porque con ella "no se construye Europa". "Defender a los campeones nacionales a corto plazo supone acabar relegándolos a segunda división a largo plazo. Las empresas más eficientes que han sufrido el rigor de la competencia dejan atrás a los campeones nacionales en los mercados internacionales", dijo.

"No necesitamos campeones nacionales, sino campeones mundiales basados en Europa", dijo Barroso en el pleno dedicado a preparar la cumbre de jefes de Estado y de Gobierno de los días 23 y 24 de marzo. No obstante, advirtió de que el Ejecutivo comunitario no dudará en intervenir si las grandes empresas "abusan de su posición dominante en el mercado".

"No podemos considerar que el suministro energético a precios económicos está garantizada. La creciente dependencia de las importaciones, los precios altos, el cambio climático, son retos que comparten todos los Estados miembros. Sólo una respuesta europea puede hacerles frente", indicó al presentar el Libro Verde de la Energía elaborado por la Comisión.

Barroso respondió a los que piensan que "no es viable" una política europea de la energía porque están en juego los "intereses estratégicos nacionales" y recordó que en la base de la Unión Europea estaba una política común para el carbón y el acero, "ámbitos considerados muy sensibles en aquel momento". "Es por tratarse de una cuestión estratégica por lo que necesitamos una política y no Veinticinco".

Recordó que el Libro Verde se basa en la creación de un mercado único del gas y la electricidad, una mayor solidaridad entre los Estados miembros, la aceleración del tránsito hacia una economía que genere poco dióxido de carbono, y un planteamiento más coherente en las relaciones con países terceros, y se declaró "muy alentado" por las primeras reacciones.

El presidente del grupo popular europeo (PPE) en la Eurocámara, Hans-Gert Poettering, elogió las palabras del presidente de la Comisión contra "la vuelta al nacionalismo económico", y le pidió que repita las mismas palabras "claramente" durante su reunión con los líderes de los Veinticinco en la cumbre.

Más contundente fue el jefe del grupo de los liberales y demócratas (ALDE), Graham Watson, que señaló que "nunca antes hubo tanta diferencia" entre los que defienden una mayor liberalización y los que apuestan por el patriotismo económico. "El nacionalismo esconde los pocos beneficios que recibirán franceses, españoles y polacos, porque es la libre competencia la que reduce los precios, y esto se ve socavado por el proteccionismo", dijo.

Watson afirmó que el "gran éxito" de la UE son las fusiones transfronterizas, y por ello pidió a la Comisión que, como garante de los tratados, actúe de manera contundente para defender el mercado único.

Finalmente, el presidente del grupo parlamentario socialista europeo (PSE), Martín Schulz, destacó que los Estados miembros siguen dudando sobre si tienen que actuar "a nivel europeo o a nivel nacional" para hacer frente a la globalización, lo cual ha provocado el fracaso de las reformas económicas del proceso de Lisboa, porque no se hace nada ni en las capitales ni en la UE.

CAMBIOS EN LA DIRECTIVA DE SERVICIOS

Durante el debate de preparación de la cumbre, los grupos políticos mayoritarios pidieron además a la Comisión y al Consejo que respeten el compromiso alcanzado en la Eurocámara el pasado mes de febrero para descafeinar la directiva de servicios. "El que quiera desmarcarse dará al traste con el acuerdo", advirtió Poettering.

Barroso ratificó que, a principios de abril, el Ejecutivo comunitario presentará una nueva propuesta de la directiva "basada en gran parte" en el compromiso del Parlamento y en las discusiones del Consejo de ministros, y lanzó un llamamiento a los Veinticinco para que la aprueben si son "serios" en la estrategia de crecimiento y empleo.

En nombre de la presidencia austriaca, el secretario de Estado de Relaciones Exteriores, Hans Winkler, dijo que el acuerdo de la Eurocámara es una "buenísima base para trabajos exteriores", aunque el expediente "sigue siendo controvertido", y por ello en la cumbre se intentará que los líderes europeos lancen un llamamiento para que el proceso legislativo se acelere y "culmine cuanto antes".

LIBRE CIRCULACIÓN DE TRABAJADORES

La Eurocámara instó a los Estados miembros a "avanzar lo más deprisa posible" hacia la libre circulación de trabajadores, con la eliminación de las restricciones a los países del Este, y "actuando al mismo tiempo con decisión para promover la calidad en el trabajo en todos sus aspectos".

En este terreno, Barroso apuntó que un reciente análisis de la Comisión demuestra que la movilidad de trabajadores de los socios de la ampliación hacia los antiguos 15 Estados miembros ha tenido efectos positivos. Por ello, elogió los recientes anuncios de España Portugal y Finlandia de que levantarán sus restricciones, sumándose a Irlanda, Suecia y Reino Unido, que nunca las impusieron, y lanzó un llamamiento a otros países para que se unan.

La nota discordante en el debate la pusieron Izquierda Unitaria y los Verdes, que denunciaron que la estrategia de reformas económicas para el crecimiento y el empleo ha olvidado los aspectos sociales y medioambientales. Los Verdes señalaron que la política energética que promueve Bruselas no tiene suficientemente en cuenta la eficiencia y las fuentes renovables.

Por su parte, el representante de Izquierda Unitaria, Francis Wurtz, señaló que la estrategia de Lisboa tiene "dos caras": una social, basada en el pleno empelo, la investigación o la protección del medio ambiente; y otra estrategia liberal basada en un aumento de la productividad y de la competencia. "Las dos caras de Lisboa son incompatibles, hay que matar a la segunda para que viva la primera".