Isabel Durán, coordinadora de programas de Fundación Pryconsa: "Las fundaciones tenemos la responsabilidad de ayudar"

El Proyecto de Atención al Alumnado con Altas Capacidades de la Fundación Pryconsa, pionero en España para la detección de estas características en alumnos del primer ciclo de primaria, llegará este año al doble de centros escolares y al triple de alumnos. La coordinadora de programas de la Fundación Pryconsa, Isabel Durán, explica en esta entrevista las características de esta iniciativa.

.- Entre las numerosas iniciativas puestas en marcha por la Fundación Pryconsa destaca el 'Programa de Atención al Alumnado con Altas Capacidades Intelectuales'. ¿Cuál es el objetivo de este proyecto?

Las fundaciones tenemos la responsabilidad de ayudar. El objetivo principal de esta iniciativa pasa por colaborar con la comunidad educativa, un hecho que consideramos fundamental ya que no existe una legislación específica para atender a alumnos de este tipo. Por eso, cuando en el año 2001 detectamos esta problemática, contactamos con investigadores extranjeros que participaban en el Programa Federal Gotcha, un proyecto de atención a este colectivo que se desarrolla desde hace años en Estados Unidos.

A continuación, realizamos un programa piloto en un colegio español, y funcionó, por lo que el Programa de Atención al Alumnado con Altas Capacidades Intelectuales se hizo oficial en el 2004. Actualmente, trabajamos en el ámbito de Madrid, por lo que estamos en contacto con las consejerías madrileñas de Educación y la de Asuntos Sociales y Familia, ya que los chicos que poseen esta habilidad tienen problemas familiares.

.- ¿Cuál es la situación actual del programa?

Actualmente, se desarrolla en escuelas muy potentes y no se apoya sólo en las altas capacidades, sino también en el descubrimiento del talento. El proyecto plantea al profesor un nuevo modo de dar clase porque no estamos ante 25 alumnos sino ante 25 personas diferentes que aprenden de diferentes formas por lo que los docentes tienen que saber cómo potenciar al alumnado en diferentes aspectos. Todo esto genera una metodología de diferenciación curricular para que unos y otros aprendan, lo que enriquece a todos.

Sin contar con los primeros años en los que se hicieron pruebas piloto, desde 2004 se han beneficiado más de 1.300 alumnos que estudian en seis colegios de Torrejón de Ardoz, Villalbilla, Pinto, Las Rozas y Fuenlabrada; y 150 profesores han recibido formación específica para identificar las características del alumnado. Además, desde el año 2009, estamos trabajando en residencias de menores tutelados por la Comunidad de Madrid con el objetivo de potenciar su autoestima; y hemos editando una guía, que está a disposición de todo el que quiera, entre otras iniciativas, ya que como fundación sentimos que nuestra labor consiste en poner en marcha proyectos que los poderes públicos no pueden llevar a cabo.

.- Por lo tanto, ¿considera imprescindible el apoyo del sector privado en el desarrollo de este tipo de iniciativas?

Es elemental porque el Estado no tiene que dar solución a todos los problemas, así que la responsabilidad social resulta fundamental. La RSC es más de lo que parece y menos de lo que debería. Hay que realizar actuaciones más coordinadas. Nuestra fundación también desarrolla programas relacionados con la educación, la investigación, el mecenazgo y la cooperación pero somos muy pequeños, como una miguita de pan en el universo.

.- De cara al futuro, ¿qué iniciativas se van a llevar a cabo?

Los nuevos proyectos son los viejos proyectos. La idea es que este programa se generalice: ya lo hemos implantado pero queremos que sea más amplio. También pretendemos dar más apoyo a la ciencia, a través de los Premios Nacionales de Genética. Podemos hacer posibles pequeñas cosas que, de otro modo, no saldrían por lo que, en la medida de nuestras posibilidades, podemos ayudar y apagar pequeños fuegos.