Actualizado 05/08/2010 19:20

El abogado de la mujer iraní condenada a ser lapidada está en Estambul y ha solicitado asilo en un tercer país


ESTAMBUL, 5 Ago. (Reuters/EP) -

Mohammad Mostafaei, el abogado de la mujer iraní condenada a morir lapidada por adulterio, se encuentra en Estambul y ha solicitado asilo en un tercer país, según indicó este jueves una fuente del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR).

Mostafaei desapareció de Irán el pasado 24 de julio después de ser interrogado por las autoridades iraníes, y su mujer y cuñado fueron arrestados más tarde, de acuerdo con un informe de la organización Amnistía Internacional (AI). "Por el momento, está en Estambul, en un edificio donde son retenidos los inmigrantes", señaló esta fuente.

"Ha solicitado asilo y su petición ha sido registrada", añadió esta fuente, que dijo que su oficina está trabajando con el Gobierno turco para encontrar un tercer país que acoja a Mostafaei. La fuente afirmó además que ACNUR y el Gobierno están en contacto con varios países que podrían estar dispuestos a recibirle.

Mostafaei representa a Sakineh Mohammadie Ashtiani, quien fue condenada por adulterio en 2006 y sentenciada inicialmente a morir lapidada. Tras las críticas a nivel internacional y la movilización de los grupos de defensa de los Derechos Humanos, la sentencia fue suspendida a principios de este mes pendiente de una revisión por la Judicatura, aunque aún podría realizarse.

En una entrevista con el diario británico 'The Times', Mostafaei hizo un llamamiento para que la comunidad internacional haga presión y así lograr salvar a su cliente y terminar con el encarcelamiento de su mujer. Mostafaei también indicó que teme que Turquía pueda extraditarle a la República Islámica para mantener así sus estrechas relaciones con el régimen iraní.

Asimismo, manifiesta su firmeza de permanecer en el exilio hasta que vuelva el Estado de Derecho a Irán e insiste en que no lamenta su decisión actual ya que ha dado a conocer el sufrimiento de su cliente.

Turquía fijó un límite geográfico en la Convención de Ginebra de 1951 sobre el Estatus de los Refugiados, y sólo acepta refugiados procedentes de países europeos. Por esto, Ankara trabaja con ONG y terceros países para reubicar a los refugiados no europeos, la mayor parte procedentes de Irán, Afganistán e Irak.

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