Actualizado 10/11/2020 12:56

Los mayores que enviudan tienen más riesgo de fallecer en los primeros meses tras la pérdida

Una trabajadora de un centro de mayores sujeta la mano de un residente cuatro días después de que se decretase el fin del estado de alarma por el COVID-19.
Una trabajadora de un centro de mayores sujeta la mano de un residente cuatro días después de que se decretase el fin del estado de alarma por el COVID-19. - Eduardo Parra - Europa Press - Archivo

   MADRID, 29 Sep. (EUROPA PRESS) -

   El riesgo de morir o de empeoramiento de la salud en personas mayores es un 66% superior en los tres primeros meses de viudez, según ha advertido el Grupo Albia de servicios funerarios citando diferentes estudios, con motivo del Día Internacional de las Personas de Edad, que se celebra el próximo 1 de octubre.

   Coincidiendo con este día, el Grupo Albia ha lanzado la tercera publicación de su colección 'Enséñame a despedirme', que busca mejorar la gestión del duelo y el acompañamiento emocional en las personas mayores que pierden a un ser querido.

   Según indica el grupo, a partir de los 65 años, las personas experimentan importantes alteraciones vitales en áreas como el trabajo, con la jubilación, la salud o el bienestar emocional, con el fallecimiento de seres queridos. Estos efectos cobran especial importancia en el contexto actual provocado por la COVID-19, según el grupo.

   "A pesar de que en personas mayores la cercanía a la muerte se acepta de manera más natural que en personas de menor edad, pueden brotar sentimientos de tristeza y preocupación en casos o circunstancias concretas como el aislamiento o la dependencia física, socioeconómica o familiar", ha indicado la responsable de Atención Emocional de Grupo Albia, Marian Carvajal.

   La serie 'Enséñame a Despedirme' proporciona pautas como: recordar anécdotas, recuperar fotos y vídeos; incentivar su participación en actividades grupales; acompañar y disfrutar de actividades que sean del agrado del mayor; practicar deporte y seguir una buena alimentación e hidratación; y permitir espacio para la soledad deseada: reposo, introspección o lectura.

   El Grupo Albia destaca que las mujeres viudas suelen presentar una mayor capacidad de adaptación que los hombres viudos, "manteniendo las actividades del hogar y apoyándose en los hijos para las gestiones de tipo instrumental y administrativo, y en los amigos y vecinos para el apoyo emocional".