MADRID, 20 Ene. (EUROPA PRESS) -
Las milicias pro gubernamentales activas en algunas zonas de Afganistán están reclutando a menores de edad y en ocasiones abusando sexualmente de ellos en un entorno de impunidad, según han denunciado residentes de estas zonas y organizaciones humanitarias.
Según el Ministerio del Interior, hasta la fecha se ha reclutado a miles de hombres en este tipo de milicias, respaldadas por las fuerzas internacionales, en provincias como Kunduz, Baghlan y Kandahar, donde se mantiene la inseguridad.
"Las milicias y los comandantes están alistando a jóvenes, menores de edad, en sus filas para diferentes fines ilícitos", según ha relatado a la agencia de noticias de la ONU IRIN Haji Abdul Rahim, un anciano tribal de Kandahar (sur). Otro anciano, Khan Mohamad, ha acusado a estas milicias de secuestrar a adolescentes principalmente con el objetivo de explotación sexual.
Por su parte, la Comisión Independiente Afgana de Derechos Humanos (AIHRC) ha señalado que ha recibido informaciones de reclutamiento de niños por parte de estas milicias pro gubernamentales en algunas provincias.
"Estamos muy preocupados por este asunto", ha reconocido Hussein Nasrat, responsable de derechos de la infancia en AIHRC, precisando que su organización está investigando el asunto.
"El uso y abuso de menores por los grupos armados locales es muy preocupante porque (las milicias pro gubernamentales) están más allá de las estructuras formales, legales y disciplinarias dentro de las que operan la Policía y el Ejército", ha destacado.
El Fondo de la ONU para la Infancia (UNICEF) dice no haber recibido "información confirmada" sobre este asunto, pero ha mostrado su preocupación por la "asociación de menores con tales fuerzas".
Las ONG han reclamado al Gobierno y a las fuerzas estadounidense y de la OTAN que dejen de usar milicias locales y que en lugar de ello destinen más recursos en el desarrollo de una Policía y un Ejército más profesionales y responsables.
En su informe del pasado abril, el secretario general de la ONU, Ban Ki Moon, había señalado que los menores eran reclutados y empleados con fines militares por la Policía afgana así como por los grupos antigubernamentales como la red Haqqani, Hezb-i-Islamic, los talibán, el Frente Tora Bora y Jamat Sunat al Dawa Salafia.